John Daly, conocido por su talento en el golf, tuvo una mala fama a lo largo de su carrera, principalmente por las polémicas en las que estuvo involucrado, muchas de ellas se relacionaban con el alcohol.
Daly, quien nació el 28 de abril de 1966, en Carmichael, California, inició su carrera profesional en 1987 tras abandonar la universidad. Pese a que su trayectoria como golfista ha sido bastante inconsistente, y llena de asuntos extradeportivos, ganó torneos en diferentes países como Estados Unidos, Sudáfrica, Escocia, Alemania, Corea del Sur y Canadá, entre otros, y ganó dos torneos de los grandes: el PGA Championship (1991) y el Abierto Británico conocido como The Open Championship (1995).
A finales de 1993 empezó su problema con el alcohol, acudiendo a un centro de rehabilitación por aproximadamente tres semanas. A inicios de 1994 fue suspendido del PGA Tour, por abandonar el campo de juego a mitad de un partido, iniciando su reputación como una personal rebelde.
Pese a que había ingresado a un centro de rehabilitación, pues en 1995 nuevamente recayó en su problema de alcoholismo, que duraría aproximadamente nueve años. Dos años más tarde, Daly se retiró del Abierto de Estados Unidos, para inscribirse en un grupo de Alcohólicos Anónimos. Durante los años posteriores, obtuvo varios éxitos, ganando algunos torneos y enfrentando a varias leyendas del golf, entre ellos, Tiger Woods.
Probablemente su carrera pudo estar rodeada de más éxito, si no hubiese tenido los problemas con el alcohol que lo afectaron en varias ocasiones, y no le permitieron concentrarse de la mejor forma en el golf. Recibió varias suspensiones en su carrera, por comportamientos fuera de lugar, enfrentándose a algunos aficionados, golfistas e incluso oficiales, por ejemplo, el Australian Tour le ordenó escribir una carta de disculpa a un oficial, tras agredirlo verbalmente en 2002. En otra ocasión, en 2008, durante el Abierto de Australia, rompió la cámara de un aficionado, recibiendo una multa.
En 2009, fue suspendido seis meses por el PGA Tour, tras ser detenido por la policía por estar ebrio, argumentando que este tipo de acciones, dañaban la imagen de la entidad. Incluso en 2010, anunció su retiro.
“Me voy, no soy competitivo, no juego como antes y no puedo ocupar la plaza de otra gente jugando así de mal. Estoy harto de humillarme ante mis fans, me marcho”, afirmó mediante su Twitter.
El retiro, sin embargo, duró poco porque tiempo después volvió a jugar aunque sin ganar torneos importantes. Luego de cumplir sus 50 años en el 2016, Daly fue elegible para jugar en el PGA Tour Champions y en el 2017 ganó el torneo Insperity Invitational, su primer triunfo en un evento de la PGA desde el 2004, y aún participa en algunos torneos, pero reconoce que no ha podido superar su problema con el alcohol.
Tan reciente como el pasado septiembre, el estadounidense reconoció que sigue consumiendo alcohol, inclusive cuando participa en torneos.
“No quiero dejar de beber”, dijo Daly en una entrevista con The Associated Press previo al Buick Challenge en Georgia. “Simplemente no quiero emborracharme”.
En otra entrevista con la revista Golf World, aseguró que llegó a la conclusión de que beber es parte de su vida e indicó que “está en mi sangre”, comentarios que dejaron desconcertados a muchos de sus compañeros golfistas.“Era golf y beber, o no golf y no beber. Tomé la decisión de seguir jugando golf. Esto es lo que hago. Este es mi talento”.
En definitiva, Daly era un golfista con mucho talento y tuvo varios éxitos a lo largo de su trayectoria, siendo reconocido por muchos aficionados del golf. Lo negativo, fue el protagonismo que tuvo muchas veces, y no necesariamente por temas deportivos, ya que su vida estuvo llena de escándalos e incidentes relacionados principalmente con el alcoholismo, que terminó hundiendo su una vez promisoria carrera.