En Gdansk un submarino amarillo hundió a un portaviones llamado Manchester United. Así empezó la semana donde se define la temporada en Europa.
El Villarreal consiguió su primer título europeo ante el todopoderoso Manchester United en una final que nadie recordará por el gran espectáculo que se vio en la cancha, pero sí por la cantidad de penales que se tiraron para definir al campeón de la Europa League: 22.
Se necesita mucho valor, calidad y confianza para ser uno de los primeros cinco cobradores y ofrecerse, algunas veces voluntaria y otras obligatoria, para intentar vencer al portero contrario. Es más complicado cuando un jugador asume que no es especialista y tiene la “tranquilidad” de saber que no va a tener que pasar ese sufrimiento de recorrer desde la media cancha hasta el punto penal para cobrar el penal.
La peor pesadilla para esos jugadores que normalmente suelen jugar de central, lateral derecho, medio de contención o de portero es vivir algo como lo que ocurrió el miércoles. Ver que nadie falla y saber que tarde o temprano su momento llegará. Los 11 jugadores que terminaron el partido por parte del Villarreal acertaron sus respectivos lanzamientos. Su entrenador Unai Emery declaró que no practicó los penales en la semana argumentando que es más una cuestión de confianza que de práctica. El resultado le dio la razón.
De los veintidós tiradores solo uno falló: David de Gea. Sería muy injusto cargarle la responsabilidad de la derrota al portero español, pero Ole Gunnar Solskjaer tendría que haberle hecho caso a esa voz interna que le aconsejó sustituirlo antes de llegar a los penales y emular a Louis van Gaal en el mundial de Brasil cuando quitó a Cillessen para darle entrada a Krul quien finalmente les dio el pase a las semifinales. De Gea no solo falló su penal, sino que no pudo atajar ninguno de los 11 cobrados por el Villarreal. Otro dato demoledor. No detiene un penal desde el 2016.
Alguien que sí aprovechó su momento y de gran manera fue Pau Torres quien además de firmar una gran temporada convirtió su penal. Pau vivió de manera muy especial esta final ya que es canterano del Villarreal además de ser hincha del equipo. Por parte, del Manchester United también fueron titulares tres jugadores surgidos de su academia: Marcus Rashford, Scott McTominay y Mason Greenwood quienes no tuvieron un final feliz como el de Pau Torres.
En la final de la Champions League hay dos jugadores que han sido decisivos en sus respectivos equipos y que también surgieron de su academia. Mason Mount con el Chelsea y Phil Foden en el Manchester City. El primero tuvo que salir a préstamo a diferentes equipos para tener regularidad, mientras que el segundo debutó a los diecisiete años en el primer equipo y ha ido consolidándose hasta ser uno de los jugadores más importantes para Pep Guardiola. Sin duda alguna los dos van a ser titulares.
La historia nos ha enseñado que para tener un equipo ganador en tu plantilla debes de contar con jugadores que hayan pasado por sus equipos juveniles. Las escuadras que cambiaron el fútbol así lo hicieron. Actualmente estamos muy lejos de que esto vuelva a ocurrir y el ejemplo son los pocos jóvenes que son protagonistas en estas dos finales.