El 2008 y 2011 son dos años que marcaron el fútbol europeo.
Al Manchester City y al PSG a partir de ahí se les vio de otra manera. Unos con la desconfianza de tener a un nuevo rico en la calle que hasta ese momento solo era para familias que habían amasado su fortuna a través de los años y que conocen las normas de etiqueta.
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Otros los miraron con temor porque sabían que con el apoyo multimillonario de países petroleros estos dos equipos iban a cambiar el mapa del fútbol. Salva decir que quien vio esto con mucha felicidad fueron sus aficionados.
En el 2008 un grupo inversor de Abu Dabi decidió comprar al Manchester City y en el 2011 un grupo qatarí compró el 70% del PSG. Ambos clubes habían sido solamente dos veces campeones de sus ligas antes de la llegada de los petrodólares. En otro detalle curioso los dos equipos también habían conquistado la Recopa de la UEFA en una ocasión.
Hasta antes del 2008 era impensable que pudiéramos ver una semifinal de Champions League disputada entre el Manchester City y el PSG. Todavía era menos creíble el creer que esos dos clubes iban a ser los que mejor fútbol en el mundo practicarían y por ende iba a ser una final adelantada.
Este miércoles vimos un gran partido en París en donde parece ser que los jugadores del Manchester City por fin pasaron el examen que tenían que aprobar antes de reprobar la materia. Nadie duda en la calidad de los jugadores ni en la capacidad de Pep Guardiola, pero era claro que algo pasaba con ellos en los momentos decisivos. Quedar en cuartos de final en los dos últimos años contra equipos inferiores en calidad como el Tottenham y el Lyon, respectivamente, no se podía explicar solamente desde lo futbolístico, había algo más.
Pep fue muy claro en la rueda de prensa al término del partido donde recordó a Johan Cruyff que decía que había que disfrutar esos momentos y la responsabilidad que llevan consigo. También hizo énfasis en el proceso que lleva el Manchester City y que parecía que los jugadores por fin habían asimilado lo que era jugar estas instancias sin que les diera un ataque de pánico.
Al PSG no se le puede señalar, como se le hizo en la Champions pasada, que ha tenido cruces sencillos. Barcelona, Bayern Munich y ahora el Manchester City son eliminatorias que muy bien pudieron haber sido finales. Es más, los dos partidos ante el Bayern Munich es lo mejor que ha tenido la Champions en mucho tiempo, por cierto, dos equipos que no iban a formar parte en la Superliga.
Da la impresión de que la eliminatoria está muy encaminada y que por fin Pep Guardiola jugará una final de Champions League dirigiendo a otro club que no es el Barcelona. Al PSG le está costando esta parte de la temporada debido a que el Lille le está poniendo las cosas difíciles en Francia y a que el desgaste en las eliminatorias en la Champions ha sido brutal.
El ganador de esta serie es el favorito para llevarse la Champions. No importa si en la otra llave gana el Real Madrid o el Chelsea. Ahí vamos a ver si el Manchester City o el PSG por fin pueden obtener el título de equipo grande.