Un jugador del América fracturado, tres haitianos desertaron en México y dos hondureños hicieron lo mismo en Estados Unidos.
Esta semana la Liga de Campeones de la Concacaf se llevó los titulares en los principales medios deportivos. Todo un logro si se tiene en cuenta que compartió los días de partidos con la Champions League que es el mejor torneo en nivel de fútbol y de organización en el mundo.
Desafortunadamente para la Concacaf estos titulares no fueron para resaltar el buen nivel deportivo mostrado en la cancha sino todo lo contrario.
Nuestra confederación está muy lejos de ser considerada una potencia en el mundo del fútbol, pero lo acontecido recientemente superó nuestras expectativas. Todo empezó desde la semana pasada cuando se filtró la noticia que el Arcahaie de Haití no tenía los recursos necesarios para viajar a México. La Concacaf tuvo que pagar un chárter para que el equipo saliera de Haití el pasado lunes para poder jugar el partido de vuelta contra el Cruz Azul.
El Arcahaie es un club que está haciendo una gran labor social en Haití. El dueño es el rapero Izolan que vio como el fútbol podía ser una alternativa para los jóvenes de la comunidad. El país caribeño actualmente se encuentra en una crisis política y social. La inseguridad en las calles es un problema muy serio. Esta semana el primer ministro Jovenel Moise presentó su renuncia al cargo en espera de que esto ayude para que las calles se calmen. Estos factores obligaron a que el partido de ida de los octavos de final se haya disputado en la República Dominicana, país vecino de Haití.
Ya en México parecía que solo íbamos a hablar y a escribir acerca de lo deportivo en este cruce. No fue así. Antes del juego Wilmane Exumé desertó de la concentración del equipo y por obvias razones no estuvo disponible para disputar el partido en donde el Arcahaie cayó goleado 8-0 ante el Cruz Azul.
Al día siguiente trascendió que no fue el único. Jhonny Pierre Paul y Camy Marcelin siguieron los pasos de Exumé y decidieron quedarse en México. Medios haitianos reportaron que los jugadores dieron sus motivos y que apuntaron a los problemas políticos y sociales que se están viviendo en Haití.
La eliminatoria entre Portland Timbers y el Marathón de Honduras también tuvo eco en los medios y no por la goleada de 5-0 de los locales. Luis Ortiz y Carlos Perdomo no regresaron con sus compañeros a Honduras. El Diario Diez argumentó que la decisión de Ortiz es buscar un mejor futuro en Estados Unidos debido al bajo salario que percibe y a que ha habido adeudos de parte del club.
El caso de Perdomo es más llamativo. Fue titular en la defensa en el partido, mientras que Ortiz fue suplente. El mismo Diario Diez reportó que el defensor les habría comunicado que tenía la intención de regresar al país centroamericano en los próximos días, pero el Marathón publicó un mensaje en sus redes sociales donde señaló que ambos abandonaron sin justificación alguna la concentración del club y que iban a proceder para informarle a las autoridades migratorias estadounidenses el caso de los dos jugadores.
Otro equipo hondureño se vio envuelto en la polémica. El Olimpia visitó la cancha del estadio Azteca para buscar eliminar al América. Durante el partido se pudieron observar faltas sumamente fuertes de parte de los visitantes teniendo como punto más grave la dura entrada de Yustin Arboleda que tuvo como consecuencia la fractura de peroné de Jesús López, además de haber dejado tocados para el partido contra el Cruz Azul a jugadores como Santiago Naveda, Nicolás Benedetti y Sebastián Córdova. Desde el América apuntaron fuerte contra la Concacaf argumentando que el arbitraje del costarricense Henry Bejarano no estuvo a la altura y que dejó pegar más de lo permitido a los centroamericanos.
Al día siguiente el presidente deportivo del América, Santiago Baños, señaló en entrevista con TUDN que se han llegado a plantear no jugar más el torneo, ya que solo les ha dejado jugadores lesionados. También se mostró a favor de que árbitros europeos o sudamericanos se puedan hacer cargo de los partidos o al menos que se implementé el VAR.
En los cuartos de final los cruces van a ser entre equipos de la Liga MX y de la MLS con lo que no vamos a tener más casos como los recién relatados. La Concacaf sabe de los problemas que hay en el área, pero quedó claro que no pudo hacer mucho para evitar que quedaran tan expuestos.
Si se busca que esta competición sea una de las mejores del mundo va a tener que trabajar muy duro con las federaciones centroamericanas y caribeñas. Esta claro que la diferencia es abismal entre las ligas de Norteamérica y el resto y que en lugar de hacerse cada vez menos se va acrecentando.
Para la edición 2023-2024 la Concacaf ya anunció la restructuración del torneo, pero no se ve que vaya atacar el problema de la desigualdad entre equipos. Van a hacer una ronda previa con tres sectores: Norteamérica, Centroamérica y Caribe. Después sería a eliminación directa. Es decir, en algún momento vamos a ver los enfrentamientos tan desiguales que vemos ahora.
En la Champions League no se ve que el Real Madrid enfrente al Santa Coloma de Andorra debido a los filtros que utiliza la UEFA. En Concacaf esto seguirá pasando hasta que la Liga MX y la MLS digan basta, y a juzgar por las palabras de Santiago Baños, esto está por darse tarde o temprano y sería lo mejor para ambas ligas.