Madrid, 14 feb (EFE).-
— SUBEN:
– Leo Messi: dejó una exhibición futbolística en el Camp Nou para golear al Alavés y hacer disfrutar a todos sus compañeros con su juego. Firmó un doblete de bellísima factura con dos lanzamientos perfectos desde fuera del área. Ha recuperado la mejor de sus imágenes, clave en la dinámica ganadora del Barcelona, con una racha de siete triunfos consecutivos en Liga. En los cinco últimos, tuvieron el ‘sello Messi’, con un total de ocho goles que reafirmen la dimensión del mejor jugador del planeta.
– Yassine Bounou ‘Bono’: cerró su semana fantástica, tras una exhibición ante el Barcelona en el primer capítulo de semifinales de Copa del Rey, realizando dos intervenciones de las que dan puntos a un equipo. Exhibió reflejos en una de las paradas del campeonato a Rafa Mir, que aún no se cree la que le sacó el portero cuando el Huesca cantaba el empate; y a dos minutos del final volvió a aparecer con una doble parada que evitó el castigo al único despiste defensivo de un Sevilla lanzado que tiene la portería muy bien cubierta.
– Osasuna: no ganaba lejos de Pamplona desde la primera jornada de LaLiga Santander, el 12 de septiembre, y sorprendió a un Levante que acusó el desgaste realizado en la Copa del Rey. La salud de Osasuna depende de la inspiración de Ante Budimir, autor de nuevo del tanto que da el segundo triunfo consecutivo que ha cambiado de golpe la situación del equipo de Jagoba Arrasate. Da un salto a mitad de la clasificación y se da un respiro.
– Santi Mina: rompió el partido ante el Elche, poniendo el acierto en la definición que le faltaba al Celta de Vigo, y lo sentenció con contundencia cuando el rival buscaba a la desesperada el empate. Con el ‘Chacho’ Coudet ha recuperado confianza y explota su pegada siendo referencia en punta y concediendo mayor libertad a sus espaldas a Iago Aspas. Cuatro de sus cinco tantos llegaron bajo la dirección del técnico argentino, que está sabiendo manejar el potencial del delantero gallego.
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— BAJAN:
– Jorge Almirón: después de 16 partidos sin ganar, penúltimo en la clasificación y tras verse incapaz de lograr una reacción con su plantilla, el técnico argentino presentó la dimisión nada más salir derrotado de Balaídos ante el Celta de Vigo. Su estreno en los banquillos españoles arrancó con ilusión y un Elche que sorprendió en el arranque por su buena línea. Sin embargo su falta de contundencia en las dos áreas y la ausencia de los refuerzos que solicitó el entrenador, han provocado su renuncia. El club apuesta por el regreso de un técnico que triunfó en la casa como Fran Escribá.
– Dani Carvajal: extiende la peor de sus temporadas por culpa de las lesiones. Después de mes y medio fuera de los terrenos de juego y con una recaída en los entrenamiento de su lesión muscular, regresaba a un partido y aguantó 25 minutos contra el Valencia. En cuanto sintió la intensidad de un encuentro oficial, un mal gesto provocó otra lesión que vuelve a dejar al Real Madrid sin su lateral derecho titular. Solo ha jugado en 12 de los 31 partidos del equipo de Zinedine Zidane esta temporada, que de nuevo tiene que improvisar con Lucas Vázquez.
– José Bordalás: la situación por la que atraviesa, la peor desde que se hizo cargo del Getafe y lo convirtió en equipo de autor, se traslada a su comportamiento repleto de impotencia. Regresaba tras un partido de sanción y de nuevo fue expulsado. Salió de su zona técnica para cortar un balón que había salido previamente y se encaró con un futbolista rival por sentirse faltado al respeto. Su equipo está en caída libre, sin marcar un solo gol en cuatro partidos y ni siquiera tirar a portería rival en sus tres últimos compromisos. Sumado a una perdida de identidad alarmante, se ve a tres puntos de caer a zona de descenso.
– Valencia: dejó una imagen preocupante en el estadio Alfredo di Stéfano ante el Real Madrid, sin intensidad competitiva, como si de un encuentro amistoso se tratase. Su técnico, Javi Gracia, asumió la responsabilidad. Impotente desde uno de los palcos, donde estaba sancionado, para no poder cambiar nada de lo que veía. En cuanto sus jugadores rebajan la intensidad, vuelven a ser un equipo vulnerable y sin capacidad de respuesta. Llegaron a la cita con la tranquilidad clasificatoria que premiaba una mejoría y dieron un paso atrás.
(c) Agencia EFE