El Mes de la Herencia Hispana recapitula la grandeza de los mejores personajes hispanos en el deporte y, por supuesto, Tom Flores no podía pasar desapercibido en esta lista, siendo uno de las figuras más reconocidas en la NFL.
Flores, hijo de padres mexicanos, marcó una época para todo el pueblo hispano al pasar de ser maestro a ser el primer coach latino en dirigir dentro de la National Football League (NFL) y levantar dos Super Bowls, además de haber jugado dentro de la mejor liga de futbol americano del mundo para consagrarse dentro de la Clase 2021 del Salón de la Fama.
El proceso para el estrellato de Tom Flores fue largo, pero el más significativo de todos, fue superar la tuberculosis, misma que le fue diagnosticada en 1962, mientras jugaba como quarterback de Oakland Raiders, equipo al que llegó en 1960 y se apoderó de la titularidad tras vencer a 10 candidatos.
Por más inimaginable que suene, Flores llegó a dedicarse a la venta de fuegos artificiales y ostentar una licencia como vendedor de bienes raíces en la pausa a su carrera como quarterback, actividades que lo forjaron en su disciplina dentro del deporte. Retomó su carrera en el emparrillado y recuperó la titularidad con los Raiders en 1963, pero en 1966 lo enviaron a Buffalo Bills.
Tom Flores tuvo su anillo de Super Bowl como jugador
En la cúspide de su etapa como jugador, el mexicoamericano no podía despedirse de la NFL sin un anillo en su dedo, y es que la oportunidad llegaría hasta 1969, en el Super Bowl IV con Kansas City Chiefs, cuando fue suplente, al igual que John Huarte, del estelar Len Dawson.
Forjó su prestigio como coach con dos campeonatos
Tom Flores comenzaría a plasmar todos sus conocimientos desde el banquillo con los Bills y, posteriormente, fue empleado por los Raiders, plagado de una generación de oro, donde permaneció nueve temporadas como head coach, de 1979 a 1987, donde acumuló un récord de 83-53, 8-3 en playoffs y dos títulos de Super Bowl.
Con sus dos Trofeos Vince Lombardi en mano, Tom Flores incrementó su legado como el único coach que le ha otorgado dicha cantidad de títulos a una misma institución representando a ciudades diferentes: Oakland y Los Ángeles; además de que junto a Mike Ditka son los únicos dos emblemas de la NFL que se hicieron de títulos como jugador (1970), asistente (1977) y head coach (1980 y 1983), pero nada tan insuperable como el orgullo por sus raíces.
Sus últimos años al mando de un equipo fue con Seattle Seahawks, de 1992 a 1994, que a pesar de los resultados negativos (14-34), nole quitaron su gloria, ni siquiera los 20 años y las dos votaciones fallidas en la investidura del Salón de la Fama para alcanzar el 80% de votos necesarios para ser reconocido con esta distinción.
“Mi legado en la NFL es que fui un profesional. Traté todo con respeto: entrenar, jugar, comentar, porque amo el juego de futbol. Es mi vida, hemos disfrutado del viaje todos juntos“, llegó a externar Tom Flores al diario Los Ángeles Times.