“Cuando yo me muera, quiero estar jugando béisbol. En verdad. Ellos no me enterrarán sin mi uniforme. Si muero, muero feliz porque yo llevaba el número 9 para los Medias Blancas” –– Minnie Miñoso
Si de grandes peloteros cubanos se habla, “Minnie” Miñoso nunca puede faltar en la conversación.
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Saturnino Orestes Armas Miñoso Arrieta, quien nació en Perico, Cuba, cerca de La Habana, y aún desconociendo su verdadera edad, se formó como un grandioso y uno de los mejores jardineros izquierdos en la historia de las Grandes Ligas, donde su estatus como leyenda quedará marcado por la eternidad luego que en diciembre del 2021 fue electo para el Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, Nueva York.
“Minnie” comenzó a forjar su carrera en 1946 con los New York Cubans de las Negro Leagues, en donde sus destellos fueron mínimos, pero la entrega en el campo, era indiscutida.
Con tan solo 22 años, se despidió de las Negro Leagues con cuatro cuadrangulares, 33 impulsadas en 274 turnos y un promedio de bateo de .403 en su última campaña antes de marcharse en 1949 al máximo espectáculo de béisbol al firmar con los Cleveland Indians.
Miñoso debutó en el mismo año de su firma profesional, pero no fue hasta que llegó mediante un cambio a los Chicago White Sox en el 1951 que desplegó todo su talento al conectar 10 vuelacercas y 167 imparables en su primer año completo en las Grandes Ligas.
Desde ese momento, la franquicia sabía que encontró en Orestes algo especial. El número 9 bateó para .304, con 135 jonrones y 808 impulsadas en Chicago con los cuales jugó en 12 de sus 17 temporadas en La Gran Carpa. Fue el primer pelotero de raza negra en vestir la indumentaria de los White Sox y el primer latino negro en la historia de la MLB.
Con sus grandes actuaciones, “Minnie” se ganó el derecho de estar presente en nueve Juego de Estrellas y su espectacular brazo y defensa lo hizo ganar tres Guantes de Oro.
La historia habla por sí sola ya que en los libros de récords de peloteros cubanos en la MLB, el “Cometa Cubano” se sitúa en el segundo lugar en promedio de bateo con .298, tercero en triples con 883, cuarto en dobletes con 336, 1,023 empujadas, total de bases con 3,023, 205 bases robadas y 814 pasaportes, y quinto en hits con 1,963, 186 jonrones y 1,136 anotadas, y octavo en cantidad de juegos disputados con 1,835.
“Es un Dios cubano. Minnie representa todo en el béisbol cubano, es como un libro. Es una leyenda que hay que tenerlo en un pedestal”, así describió Alexei Ramírez a Miñoso quién dejaría el diamante en 1980 como el tercer jugador más viejo en jugar en Grandes Ligas con 54 años.
Ya son casi seis años desde que el “Cometa Cubano” tuvo que partir a otro lugar para seguir destellando con su luz al universo. Los recuerdos de “Mr. White Sox” son imborrables. Por eso, se retiró su número de Chicago en 1983 y tiene una estatua en el U.S. Cellular Field y ahora finalmente su placa ocupará un lugar en el Salón de la Fama de Béisbol. Miñoso vivirá por siempre en el corazón de cada uno de los aficionados al Rey de los Deportes.