Antes de las llegada de los bambinazos de Juan “Igor” González, Carlos Delgado y Carlos Beltrán por mucho tiempo el toletero deluxe entre los puertorriqueños lo fue Orlando “Peruchín” Cepeda.
- Roberto Clemente, la leyenda eterna del béisbol
Juan Marichal, el Don del béisbol de Grandes Ligas
Pelé llevó el fútbol a los Estados Unidos
La MLB agregará a sus estadísticas los datos de las Ligas Negras
Cepeda, a quien apodaban “The Baby Bull” y “Cha-Cha”, formó junto al fenecido Roberto Clemente uno de los dúos históricos de la Isla del Encanto en el mejor béisbol del mundo, y fue uno de los jonroneros prolíficos de su época.
Nacido en Ponce, Puerto Rico (17 de septiembre del 1937), Cepeda debutó en las Grandes Ligas en el 1958 con los San Francisco Giants e inmediatamente demostró su calidad al terminar con un promedio de .312 (188 hits en 603 turnos) con 38 dobles (líder de liga), 25 jonrones y 96 carreras impulsadas, y fue nombrado el Novato del Año de forma unánime en la Nacional.
Fue el comienzo de una exitosa carrera que en algunas ocasiones se vio entorpecida por las lesiones. Con los Giants brilló en sus primeras siete temporadas al disparar 222 bambinazos e impulsar 657 carreras. Fue el primer latino en ganar un título de jonrones en una temporada, tras despachar 46 en 1961 y ese mismo año lideró la Liga Nacional en carreras empujadas con 142.
Sin embargo, una lesión en la rodilla derecha lo limitó a sólo 34 turnos en el 1965 en los bateó .176 con un jonrón y cinco empujadas, y aunque se recuperó para el próximo año, luego de 19 juegos fue cambiado a los St. Louis Cardinals, y terminó con un promedio combinado de .303 con 20 cuadrangulares y 73 remolcadas.
El 1967 fue un año especial para Cepeda. Bateó .325 con 37 dobles, 25 jonrones y 111 carreras impulsadas, y ayudó a los Cardinals a conquistar el título de la Serie Mundial. Además, fue premiado como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
El próximo año los números del boricua descendieron (.248, 16 HR, 73 RBIs) aunque St. Louis llegó a la Serie Mundial que perdieron ante los Detroit Tigers, y antes que comenzara la campaña del 1969 fue cambiado a los Atlanta Braves donde tuvo buenos años.
En el 1972 fue cambiado a los Oakland Athletics y posteriormente jugó con los Boston Red Sox (1973) y Kansas City Royals (1974), terminando su carrera de 17 años como un siete veces All Star con 2,351 hits, incluyendo 417 dobles y 379 jonrones, y un promedio de por vida de .297 y porcentaje de slugging de .499.
Luego de su retiro se vio envuelto en problemas legales, incluyedo una condena en prisión por posesión de drogas, lo que afectó su entrada al Salón de la Fama del Béisbol en la votación realizada por la Baseball Writers Association of America.
En su último año de elegibilidad (1994) recibió 335 votos, quedándose a sólo siete votos de su elección, pero cinco años después recibió el llamado a través del Comité de Veteranos uniéndose a sus compañeros de los Giants Willie Mays, Willie McCovey, el dominicano Juan Marichal y Gaylord Perry en Cooperstown, New York.
“Este es un sueño hecho realidad”, dijo Cepeda al recibir la noticia sobre su entrada al Salón de la Fama. “Desde el fondo de mi corazón, quiero agradecer a todos los miembros del comité que votaron por mí. También quiero agradecer a toda mi familia y amigos que nunca dejaron de creer en mí. Este honor es para ellos también”.
El 25 de julio del 1999, junto a Robin Yount, Nolan Ryan y George Brett, Cepeda tomó su lugar entre las leyendas en el “Nicho de los Inmortales”, convirtiéndose así en el segundo boricua en recibir el máximo honor que se le puede otorgar a un pelotero.