Distantes parecen los años en los que John Huarte pasaba su infancia trabajando en el huerto de cítricos y aguacates con su padre y sus hermanos. Aquel niño de herencia hispana, descendiente de españoles de origen vasco, nunca imaginó que se convertiría en la máxima figura del futbol americano colegial como quarterback de Notre Dame. Hoy es un exitoso empresario, dueño de la compañía Arizona Tile, una de las comercializadoras más grandes de materiales de construcción y azulejos de lujo en Estados Unidos.
El año de 1964 marcó el resto de su vida. Fue una temporada de ensueño, irreal, que vio nacer a una estrella del futbol americano colegial, una que venció a ídolos como Roger Staubach, con Navy, y Bob Griese, quien militaba en Purdue. Jugadores que estaban en su esplendor y que a la postre ingresaron al Salón de la Fama de la NFL.
“Los Huarte migramos de España a México, posteriormente a Sudamérica y más tarde, en 1890, mi abuelo Martín se fue a vivir a Ventura, al norte de Los Ángeles, California, como misionero y ahí conoció a Pilar Aristegui, mi abuela. Ambos eran españoles vascos, hablaban tanto español como vasco. Se casaron y luego tuvieron tres niñas y cuatro niños. Mi abuelo murió joven de cáncer de estómago y mi abuela tuvo que criar sola a los niños aquí, en el área de Los Ángeles”, comentó Huarte en entrevista con UNANIMO Deportes.
Joseph Dominic, padre de John, fue jugador profesional de beisbol por nueve temporadas en Ligas Menores, pero tuvo la oportunidad de disputar un par de partidos con leyendas como Babe Ruth y Lou Gehrig.
“Mi padre nació en 1904, jugó beisbol profesional y lo hacía muy bien, era un shortstop con muy buen brazo, incluso jugó dos partidos contra Babe Ruth y Lou Gehrig. Luego conoció a mi madre [Dorothy Catherine Eickholt], se casaron y tuvieron cinco hijos y una hija. Entonces continuó con el negocio familiar de mis abuelos, compró una pequeña granja y comenzó a construir. Eso fue en la época de la depresión aquí, en 1930. Cultivamos naranjas, limones y aguacates, donde me crié y pasé los mejores momentos de mi infancia”, comentó John Huarte.
Huarte jamás pensó en jugar futbol americano. A pesar de ser buen deportista, pensaban que no tenía el físico necesario para destacar en el emparrillado; sin embargo, acudió a la preparatoria Mater Dei, en Santa Ana, y luego obtuvo una beca para integrarse a los Irlandeses Peleadores de la Universidad de Notre Dame.
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De “comer banca” a Campeón Nacional
John estaba contento de formar parte del equipo de futbol americano de Notre Dame. El orgullo y la tradición del azul y oro permeaba en él. Entrenó con la escuadra del coach Joe Kuharich a partir de 1961 y en 1962 era el cuarto quarterback en el orden del plantel. El titular inamovible era Daryle Lamonica y luego estaban Denis Szot y Frank Budka.
Para la campaña 1963 tomó el mando como timonel el entrenador Hugh Devore, quien reconoció el potencial de Huarte y lo nombró quarterback de segundo equipo, solo por debajo de Budka. Pero en 1964, Ara Parseghian fue nombrado coach de los Irlandeses Peleadores y John Huarte, en su último año como colegial, recibió el puesto titular. Marcó su historia.
“El primer partido fue contra Wisconsin y todo me salió bien. Fuimos el Número Uno de Estados Unidos. Jugamos contra Purdue, contra Bob Griese, y ganamos, también vencimos a Navy con todo y Roger Staubach”, recordó Huarte, quien era considerado un pasador “pequeño” (1.83 metros) para la posición.
John Huarte venció a Morton y Butkus en las votaciones por el Heisman
Notre Dame, bajo el mando del coach Ara Parseghian terminó la campaña 1964 con récord de 9-1. Huarte completó 114 pases de 205 intentos para 2,062 yardas, 16 touchdowns y 11 intercepciones. Los Fighting Irish fueron elegidos, junto a Michigan, Arkansas y Alabama, como Campeones Nacionales.
Aquel año, John Huarte fue galardonado con el máximo honor para un jugador universitario, obtuvo el Trofeo Heisman y derrotó en las votaciones (216 sufragios de primer lugar) a otras estrellas colegiales como Dick Butkus, Craig Morton, Bob Timberlake, Jerry Rhome, Brian Piccolo y su compañero de equipo, Jack Snow.
Su incursión a la NFL y su anillo de Super Bowl
Tras la exitosa temporada de John Huarte en 1964, varios equipo de la NFL se interesaron en la joven promesa hispana de Notre Dame. Aunque los sorprendió por su capacidad de liderazgo, tuvo pocas oportunidades para ser titular. A pesar de todo, ganó un anillo de Super Bowl con Kansas City Chiefs.
Los New York Jets lo eligieron en la segunda ronda del Draft de 1965, pero este conjunto, con la primera selección global reclutaron al quarterback egresado de Alabama, Joe Namath, quien al final de la pretemporada se quedó con la titularidad.
“Gran tipo, Joe Namath. Pasó a ser una estrella, una gran estrella… Fui de Nueva York a Boston Patriots, jugué ahí durante un año y luego estuve en cinco equipos diferentes por seis años. En Boston jugué muy poco, el quarterback titular era Babe Parilli. Luego, en 1968 fui a Philadelphia Eagles durante el periodo en el que quebró, cambiaron de entrenadores y de dueño”, dijo John Huarte, quien con Philadelphia también ocupó el puesto de suplente, ya que Norm Snead era el quarterback número uno indiscutible del equipo.
“Y luego llegué a Kansas City y Hank Stram era el entrenador, quien me vio practicar y me firmó por tres años (1969-1971). Bueno, lo que pasó es que los Chiefs ganaron el Super Bowl IV y terminé obteniendo un bono y el gran anillo de diamantes. El quarterback estrella de Chiefs era Lenny Dawson, muy inteligente, un pasador realmente bueno, así que resulta que estuve en el equipo del campeonato y eso fue fantástico para mí y para mi carrera”, comentó el jugador de ascendencia hispana.
Kansas City Chiefs lo contrató para reforzar al equipo durante la postemporada. El titular, Len Dawson, se lastimó en la campaña regular. Mike Livingston tomó los controles en playoffs, Tom Flores fue nombrado suplente y Huarte era tercer equipo. Dawson se recuperó a tiempo para abrir el Super Bowl IV, en el que los Chiefs derrotaron 23-7 a Minnesota Vikings.
En 1972 firmó por un año con Chicago Bears para ser el pasador suplente de Bobby Douglass y fue su última experiencia en la NFL, pero aún quería jugar futbol americano profesional.
“Intenté una carrera profesional por 10 años, pero sin mucha suerte. Al terminar mi carrera en la NFL en 1972, jugué en la World Football League (WFL) las temporadas 1974 y 1975, con Memphis Southmen, donde gané un Campeonato y finalmente me retiré”, recordó Huarte, quien se siente orgulloso de su herencia hispana y de ser un ejemplo para la juventud de que los sueños se cumplen con mucho trabajo, esfuerzo y un toque de suerte.