Aldo Richins vino al mundo en medio de una comunidad mormona al norte de Chihuahua. Sus padres se dedicaban al trabajo del campo, pero tuvieron que abandonar sus tierras durante el movimiento armado de la Revolución Mexicana. Años más tarde, aquel pequeño de cabellos dorados se convertiría en el primer jugador mexicano en la NFL.
La historia de Richins es el reflejo de lo que representa la herencia hispana en Estados Unidos. Aquel pequeño exiliado junto a su familia encontró refugio en Salt Lake City, Utah, donde se convirtió en un atleta destacado.
Aldo Richins nació el 2 de noviembre de 1910 en un pequeño poblado semidesértico, al norte de Chihuahua, llamado Colonia Díaz. En aquella época México se convulsionaba por el fervor del movimiento revolucionario que estaba en pleno apogeo y aquel pequeño asentamiento de mormones fue expulsado y sus tierras fueron quemadas.
Originalmente, la familia Richins provenía de Europa. Los abuelos de Aldo, Orson Oriel Richins y Caroline Fawcett-Richins, eran originarios de Sheepscombe, Inglaterra, pero su padre, Joseph Oriel Richins, y su madre, Lodema Viola Johnson, crecieron y se conocieron en la ciudad de Mesa, Arizona.
Joseph decidió mudarse con su esposa a Colonia Díaz, la primera comunidad mormona que se asentó en México y se ubicaba a lo largo del río Casas Grandes. En su momento era el pueblo más cercano a la frontera con Estados Unidos y hoy tan solo es un pueblo fantasma. La pareja tuvo nueve hijos, cinco de los cuales nacieron en Chihuahua (Abbie, Joseph, Aldo y Viola), los demás (Dora, Elmer, Leland, Vernon y Ronald) en Salt Lake City, Utah.
Aldo Richins, a los 16 años de edad, en 1926, acudió a la preparatoria West High School, donde brilló como deportista. Practicó beisbol, basquetbol, futbol americano y atletismo; 1929 fue su último año como bachiller, ganó el premio del Atleta del Año y más tarde fue inducido al Salón de la Fama de las Panthers de West High School.
La Universidad de Utah le abrió las puertas, ahí estudió administración. En el deporte, de inmediato se hizo de la titularidad como guardia tirador del equipo de basquetbol y se desempeñó como wing back (combinación de corredor y receptor) en el conjunto de futbol americano. Se tituló en 1934 y recibió el premio ‘Ute’ como el mejor deportista de la universidad aquel año.
Más tarde conoció a Helen Smith, con quien se casó el 30 de noviembre de 1934 y un año después se le presentó una oportunidad inigualable: jugar para Detroit Lions. Aldo inició la temporada en el equipo, jugó un partido, pero una tragedia lo sorprendió. Helen tendría un bebé, pero murió al nacer y ante el dolor que lo embargaba, decidió retirarse.
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Se creía que Sergio Albert y Efrén Herrera fueron los primeros jugadores mexicanos que llegaron a la NFL. Ellos fueron elegidos en el Draft de 1974, por los St. Louis Cardinals y Dallas Cowboys, respectivamente, pero hubo alguien que se les anticipó 39 años. Se trata de Aldo Osborn Richins, quien formó parte de Detroit Lions en 1935.
A la postre, Detroit se proclamó campeón aquella temporada al derrotar a los New York Giants 26-7.
Sí, Aldo Richins tan solo tuvo actividad en un partido de la NFL, pero fue el primero en la historia para un mexicano.
Aldo Richins vive en su recuerdo
Por el auricular del teléfono se escucha un llanto conmovedor, hondos suspiros que no terminan, la garganta
se le cierra involuntariamente. Bárbara, hija única de Aldo Richins, se estremeció al recordar a su padre.
“Fue el mejor padre que una hija pudiera tener, no pudo ser mejor. Era un hombre muy cariñoso, trabajador y honesto. Él transmitía toda su bondad en un simple apretón de manos y todo su amor cuando te abrazaba. También era muy divertido”, comentó Bárbara, quien tenía 68 años de edad cuando nos brindó la entrevista en 2006 y vivía en Sandy, Utah.
Aldo Richins murió en 1994, pero el dolor de su ausencia no desapareció del corazón de Bárbara.
“Mi padre nació en Chihuahua. Mis abuelos vivían allí, llegaron a México para trabajar, pero debido a la situación política tuvieron que regresar a Estados Unidos. Aldo me contaba por las noches cómo era su vida, me contaba que Colonia Díaz era un pueblo muy tranquilo y muy bonito. Mi papá estaba muy orgulloso de haber nacido en México”.
Bárbara narró el motivo por el cual su papá dejó repentinamente a Detroit Lions en la temporada de 1935, cuando se convirtió en el primer mexicano en jugar en la NFL.
“Mi padre tuvo un hijo antes de que yo naciera… Cuando mi papá jugaba para los Lions, mi madre, Helen (q.e.p.d.), tenía un embarazo de alto riesgo. Dio a luz, pero el pequeño niño murió al nacer y eso afectó mucho a papá. Esa fue una de las razones por las cuales dejó la NFL y se dedicó a su familia, a cuidar a su esposa”, comentó Bárbara Richins en 2006, quien falleció el 5 de agosto de 2020, a los 83 años de edad “por causas naturales”, un año después de que muriera su marido, Lee Frank Crebs, con quien tuvo cuatro hijos.
Aldo Richins dejó su existencia mortal el 19 de abril de 1995, a los 84 años de edad, pero para sus nietos y bisnietos, aquel hombre vivirá por siempre en sus recuerdos.
Utah vs Utah Agricultural College en 1934 (cortesía Universidad de Utah)