Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tendrán que celebrarse sin espectadores ante la designación de “estado de emergencia” del Gobierno japonés debido al rebrote de casos de COVID-19 en la ciudad capitalina.
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La mañana de este jueves se hizo oficial el anuncio que durante las últimas semanas se pronunciaba como inminente, de manera que dicha medida se prolongará a partir del 12 de julio hasta el 22 de agosto, luego de la reunión entre el gobierno y cinco grupos olímpicos.
La responsable del comité organizador, Seiko Hashimoto, reiteró durante la reunión que para prevenir un rebrote de contagios “es necesario enviar un mensaje fuerte y claro”, ya que en la ciudad se está propagando la variante Delta derivada del coronavirus, y apuntó que los responsables del evento debían “tomar una decisión complicada”.
Por otro lado, Thomas Bach, presidente del COI, mencionó que los organizadores “han mostrado responsabilidad desde el día en que los Juegos fueron pospuestos”, y afirmó que apoyaría “cualquier medida que sea necesaria para celebrar unos olímpicos y paralímpicos seguros para la población japonesa y todos los participantes”.
Cabe destacar que el pasado 21 de junio, los organizadores externaron que la justa olímpica contaría con un máximo de 10.000 aficionados en las gradas, aunque señalaron que se reservaban la opción de que las competiciones fueran a puerta cerrada en caso de un repunte.
Sin embargo, de acuerdo con la ministra se tiene contemplada la posibilidad de que en algunas sedes como Shizuoka, Fukushima y Miyagi, las cuales acogerán disciplinas como el ciclismo, el béisbol o el fútbol, se permita el ingreso al público en caso de que estas no estén bajo el estado emergente.
Desde hace varios meses, los organizadores habían indicado que el país prohibiría el acceso a turistas o extranjeros durante la justa veraniega a celebrarse del 23 de julio al 8 de agosto del presente año tras la suspensión de la misma en 2020 ante la pandemia del COVID-19.