Luego de 18 años de trayectoria profesional, el zaguero Sergio Ramos García ha amasado una consideraba fortuna que según expertos ronda en 100 millones de euros.
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La clave del éxito del futbolista sevillano es que además de saber comercializar su imagen con distintas marcas patrocinadoras, invierte parte de sus ingresos en negocios inmobiliarios, compra de arte y lo más extraordinario, en criar caballos pura sangre en su finca La Alegría, los cuales después vende en millonarias sumas.
Y es que, desde hace años, a la par de su faceta como futbolista, Sergio Ramos y un grupo de expertos encabezados por su cuñado, Carlos Muela, se dedican a comprar jóvenes ejemplares equinos en los que detectan potencial para triunfar en grandes competencias internacionales.
Una vez que, a base de estrictos cuidados y una buena alimentación los caballos llegan a cierta etapa de madurez, entonces son puestos a la venta en el mercado especializado obteniendo millonarias ganancias.
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Otra manera de lograr que su negocio de caballos prospere es adquirir ejemplares con un récord ganador en torneos internacionales, los cuales son utilizados como sementales para procrear potrillos con genes de elevado potencial para replicar éxitos. Es el caso de Álamo, un caballo por el cual Ramos pagó medio millón de euros ya que registra un triunfo en la Final de la Copa del Mundo de 2019 y además está clasificado en el Top-Ten de Ginebra 2018.
Entre las grandes operaciones realizadas por el actual futbolista del París Saint-Germain se encuentra la compra una yegua llamada la Pícara de Ramos, ejemplar ganador de la medalla de oro en el Salón Internacional del Caballo en 2015, y que en el mercado hípico está valuada en un millón y medio de euros.
