El Manchester United logro una victoria contra Crystal Palace 2-1 en Old Trafford, mientras el líder Arsenal cayo por la mínima frente al Everton, el Wolverhampton aniquilo al Liverpool de Kloop 3-0.
- LEER MÁS SOBRE: Erik ten Hag alcanza su primer final con el Manchester United
- LEER MÁS SOBRE: Duelo de gigantes dormidos Liverpool y Chelsea desesperante 0-0
- LEER MÁS SOBRE: Ramsdale es golpeado por un espectador en el Arsenal vs Tottenham
Wolves 3-0 Liverpool
El Wolverhampton que dirige Julen Lopetegui no dejó escapar la posibilidad de aprovechar la crisis, cada vez más evidente, del Liverpool, que encajó un nuevo revés, contundente (3-0), en el Molinaux Stadium ante un rival de la parte baja de la Premier que pretende escapar cada jornada del descenso.
No levanta cabeza el Liverpool. Carece de capacidad de reacción el cuadro de Jurgen Klopp, que fue un juguete en manos de los ‘wolves’. Encajó los dos primeros goles pronto, antes del cuarto de hora, pero no supo encontrar la manera de dar un giro al encuentro, de dar un golpe de timón.
Con la eliminatoria de Liga de Campeones contra el Real Madrid a la vista, el Liverpool, sin otros objetivos ya, afeó su imagen ante el cuadro de Julen Lopetegui, que pudo tener un triunfo aún mayor.
Acumula cuatro encuentros sin ganar el Liverpool -tres derrotas y un empate- y es décimo en la clasificación. A diez puntos tiene el cuarto lugar, que da acceso a la Liga de Campeones del próximo curso. La plaza europea del Tottenham, quinto, la tiene a siete. Y está eliminado de la Copa y de la Copa de la Liga.
Su falta de concentración le condenó. A los seis minutos el Wolverhampton tomó ventaja. El coreano Hwang Hee-Chan recibió el balón, alcanzó la línea de fondo y centró. Se imterpuso Joel Matip, que desvió el balón hacia la meta de Alisson.
El segundo fue en el minuto 12. Nació en una falta lateral que terminó en un centro al área, Cody Gakpo despejó y el balón cayó a Craig Dawson, que ejecutó un disparo perfecto imposible para el meta brasileño.
No encontró la manera Klopp de dar la vuelta a la situación. No le funcionaron los cambios y su zaga quedaba en evidencia una y otra vez ante las rápidas transiciones locales.
El Wolverhampton sentenció el choque en el minuto 71, en un contraataque. Joao Moutinho recuperó el balón y se lo envió a Adama Traoré, que emprendió una carrera marca de la casa. Centró a Ruben Neves, que, solo ante el meta, batió otra vez a Alisson.
Everton 1-0 Arsenal
Del 4 de septiembre, en Old Trafford, databa la última derrota en la ‘Premier League’ del Arsenal, que, trece partidos después, tras siete victorias en las últimas ocho jornadas, revivió la frustración, se sintió vulnerable y repuso el debate sobre su liderato, reducido por el renacido Everton y un cabezazo de James Tarkowski (1-0).
Aún son cinco puntos más en los mismos 20 partidos que el Manchester City, y aún es el primero de la tabla con el aval que significa que no haya perdido más que diez puntos de los 60 por los que ha jugado en esta temporada, pero su aspecto sobrenatural de todo el recorrido anterior ya no asusta tanto. Ya no parece inabordable. Ya no es imparable.
Es el efecto de una derrota con la que no contaba apenas nadie. Sus trece encuentros consecutivos sin perder o sus seis victorias en sus últimos siete desplazamientos o sus cuatro triunfos seguidos fuera quedaron en nada en cuanto compareció en Goodison Park.
El Everton superó al líder. No era el Manchester City. Ni tampoco el Manchester United. Ni el Newcastle. Ni siquiera el Tottenham. Ni el Everton de otros tiempos. Era un Everton cuya crisis era alargada, pero, de pronto, parece una cuestión del pasado. Penúltimo de la clasificación al inicio de la jornada, el equipo que hace una decena de días despidió a Frank Lampard por los resultados ha renacido con Sean Dyche. En una semana. Una mutación visible e incontestable.
Un conjunto que nada más había sumado 15 de los 60 puntos anteriores por los que había competido, que atravesaba el precipicio que suponían ocho encuentros consecutivos sin ganar, había perdido seis de sus últimos siete choque de la ‘Premier’ antes de recibir al Arsenal, había caído en sus cuatro duelos más recientes en Goodison Park y no ganaba desde el pasado 22 de octubre, cuando logró uno de sus únicos cuatro triunfos hasta la fecha.
Todo eso es tan cierto como que el Everton ya no se parece a ese equipo que deambulaba por las últimas citas. Lo demostró en el imponente escenario que supone medirse al equipo más temible del campeonato actual, al mejor de todos, al que aplacó en un ritmo por momentos frenético, con una firmeza defensiva desconocida en todo el curso, con una transición rapidísima, con el contragolpe; por fin, sin miedo, sin complejos.
Jamás se sintió a gusto el Arsenal, de repente en un terreno ‘escarpado’, que probablemente no había visualizado antes, ni en la pizarra ni en el plan que se proponía Mikel Arteta en la visita a Goodison Park ni probablemente en toda la temporada, en el determinado camino que ha seguido desde el principio de la campaña hasta ahora, con una sola derrota en sus 20 partidos disputados, hasta este sábado. Ya ha perdido dos duelos.
Es verdad que todo habría sido de otra manera para el Arsenal’ de haber acertado Nketiah con un remate con la derecha que normalmente es gol (su disparo fue horrible) o de no haberse interpuesto Conor Coady al tiro de Saka, con 0-0, como también habría sido mucho peor de haber sido más efectivo el Everton. O Calvert-Lewin. O Doucouré. En la montaña rusa de la primera parte, el empate era lo más natural. En la segunda, cayó el líder.
Al borde de la hora de partido, el Everton dinamitó el duelo. La primera jugada como futbolistas del Arsenal de Jorginho y Trossard, fichajes invernales, fue el gol en contra, del que no tuvieron nada que ver, pero que los propuso ante un desafío inmediato. El cabezazo de James Tarkowski, superior a Odegaard -su marcador- a la caza del saque de esquina, sin ocasión para Ramsdale, no extrañó a nadie, entre la apoteosis de la afición local.
El 1-0. Una prueba de fuego para el Arsenal, que, instante a instante, en cuanto asumió el golpe, relanzó su ofensiva sobre la portería local, más vertiginoso, más desbordante por las bandas, más presente en el campo contrario y en el área rival, pero también sin tino en el remate, sin su caudal más habitual de ocasiones y sin puntos contra el Everton, que reabre el debate sobre un líder que hasta ahora parecía incuestionable.
Manchester United 2-1 Crystal Palace
El Manchester United consiguio una victoria apretada frente al Palace, Old Trafford se pinto de negro tras los 65 años del accidente aéreo de Múnich donde el United perdió a mas de la mitad de su plantilla de ese entonces.
En los primeros minutos hubo una mano en al área de las águilas, que determino un penal a favor de los diablos que anoto Bruno Fernandes para poner el 1-0.
Después de la primera mitad el United consiguió el segundo tanto gracias a un centro raso que puso en la red el inglés Marcus Rashford, el Crystal Palace tomo ritmo y se acercaba un poco a la portería de De Gea.
No fue hasta un grave falta de concentración de Casemiro que tras una breve pelea ahorco al rival lo que le proporciono una tarjeta roja dejando a los mancunianos en desventaja.
El Palace apretó y en un tiro de esquina metía al descuento que ponía a la escuadra de Ten Hag sobre las cuerdas.
Sin embargo los de Manchester lograron sacar el resultado a pesar de estar en desventaja los últimos minutos.
Esta nota se hizo con ayuda de la Agencia EFE.