Manchester City arrancó la defensa del título con un triunfo contundente en Dinamarca, se llevó de la cancha del Copenhague un triunfo que le da desde la ida el boleto a cuartos de final de la Champions League.
El City, vigente campeón del torneo tuvo ocasiones suficientes para golear, pero se estrelló con Grabara, el mejor de un rival que acusó la inactividad y se vio muy superado por momentos.
Guardiola no reservó nada de salida, y optó por jugar con Grealish en vez de Julián Álvarez. Jacob Neestrup no se arredó por la entidad del rival y mantuvo su 4-3-3 habitual, haciendo debutar al centrocampista Mattson y el central McKenna, dos de los tres refuerzos invernales.
La primera media hora fue un monólogo del Manchester City, que tuvo la pelota casi en exclusividad y todas las ocasiones. Un cabezazo fuera de De Bruyne y una doble oportunidad de Dias y Ake anunciaron el 0-1, que nació de un gran pase de Foden y una definición clínica del belga.
Manchester City mereció más que el 3-1
Pasada la media hora, el Copenhague, al que se le notó que lleva dos meses sin competir por el parón invernal en Dinamarca, empezó a respirar un poco. Pero quien lo acabó de meter en el partido fue Ederson con un error grosero en la salida, entregándole el balón a Elyounoussi, cuyo disparo rebotó en Dias. El rechace lo clavó en el ángulo Mattson.
Grabara, de lejos el mejor de su equipo, sacaba otra gran mano a un tiro de Doku, mientras la grada se exasperaba con el árbitro español Sánchez Martínez, poco proclive a permitir el choque.
El portero polaco parecía empeñado en no conceder más goles y se exhibió en el descuento para negarle el gol a Haaland, hasta que Foden apareció en la última jugada para anotar el tercero el Manchester City y dejar sentenciada la eliminatoria.