Un presidente acusado de malos manejos y prófugo de la justicia, tres jugadores que deciden viajar a la playa en medio de la tremenda ola de contagios de coronavirus que azota a México y un aguerrido zaguero que permanece hospitalizado luchando con una severa neumonía, considerada una secuela del positivo de Covid-19 que arrojó semanas atrás, parecen ser el guion de un oscuro túnel al que ha ingresado el plantel de Cruz Azul, quinto lugar en la clasificación del torneo Guard1anes 2020.
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La “Máquina” sigue tratando de sacudirse el estigma de no ganar un título de liga desde el invierno desde 1997, pero cada vez le resulta más pesado avanzar en medio de las trabas que internamente sus integrantes le van poniendo en el camino.
Luego de una serie de denuncias en su contra, Guillermo Álvarez, hasta hace poco presidente del club, las autoridades giraron una orden de aprehensión en su contra, por supuesta participación en actividades relacionadas con la delincuencia organizada y lavado de dinero, por lo cual nadie sabe su paradero y desde la clandestinidad trata de seguir manejando el destino de un equipo que parece estar condenado ha sufrir la pérdida gradual del protagonismo y la categoría que llegó a ostentar.
Mientras esto sucede a nivel directivo en la parte baja de la pirámide, algunos jugadores jóvenes en el equipo parecen ser ajenos al triste destino de su equipo y pese a las indicaciones que se le ha dado para evitar a toda costa ponerse en riesgo de contagiarse de coronavirus, su postura es completamente contradictoria.
El fin de semana los jugadores cementeros fueron informados por su técnico que tenían algunos días de descanso, pero en el caso particular de Santiago Giménez, Adrián Aldrete y Juan Escobar, malinterpretaron las cosas y decidieron que era el momento más oportuno de viajar al caribe exponiendo sin importar que en su travesía pudieran adquirir un virus que en México acumula más de 49 mil muertes y cerca de medio millón de personas contagiadas, con un semáforo rojo en la mayoría de los estados del país que advierte de la delicada situación.
Al hacerse público la falta de profesionalismo de los futbolistas mencionados, quienes incluso publicaron varias fotografías de sus “minivacaciones”, la directiva dio a conocer que los sancionarían internamente, sobre todo por el hecho que otro de sus compañeros, Julio César Domínguez, permanece hospitalizado al enfrentar una secuela de Covid-19 que se traduce en una severa neumonía.
Arrastrando estos problemas es cómo Cruz Azul tratará de ver si durante esta campaña por fin corta de tajo la mala imagen generada en los últimos 23 años de su existencia.