Una vez que se dio a conocer que las autoridades mexicanas giraron una orden de aprehensión en contra Guillermo Álvarez Cuevas, quien funge como presidente de la Cooperativa Cruz Azul, surge la posibilidad reglamentaria de que el equipo de fútbol que debutó en la máxima categoría del balompié azteca en 1963 y que ha ganado ocho títulos de liga pueda ser desafiliado de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), esto de acuerdo a lo establecido en sus reglamentos.
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De acuerdo con los estatutos Social de la FMF y con el Reglamento de Afiliación, cualquiera de los clubes cuyo dueño o directivo haya incurrido en actos delictivos puede ser desafiliado.
“Así mismo se perderá la afiliación: Si el Dueño y/o los Directivos del Club han incurrido en actos delictivos o de dudosa reputación, a juicio del Comité Ejecutivo”, señala el Artículo 17 del Estatuto, apartado 17.2, inciso G, al igual que lo indica el Artículo 66 del Reglamento de Afiliación.
Asimismo, el estatuto hace referencia al proceso que se debe seguir una vez que se presente un caso que amerite una posible desafiliación.
“En los casos a los que se refieren los incisos c, d, f, g, el Comité Ejecutivo abrirá la investigación correspondiente, debiendo escuchar a las partes interesadas, quienes tendrán derecho a presentar las pruebas y argumentos que a su derecho convenga. Dicha investigación no deberá exceder los 30 días. El Comité Ejecutivo presentará a la Asamblea General de la Federación, el resultado de la investigación para que esta última tome la resolución correspondiente”, indica el reglamento.
Ahora bien, es un hecho que Guillermo Álvarez no es el propietario del Club Deportivo Cruz Azul, el cual le pertenece a la Cooperativa Cruz Azul, la mayor productora de cemento en México y una de las más importantes a nivel global. Sin embargo, desde 1988 Álvarez Cuevas funge como su presidente y automáticamente esto coloca al equipo de fútbol en la mira para ser juzgado por las posibles acciones indebidas de su directivo.
Cabe señalar que existen varios escenarios en el futuro inmediato del club cementero. El más severo es que desaparezca, pero también el Gobierno Federal podría administrarlo temporalmente para luego venderlo o bien cederlo a otro propietario y, debido a que está envuelto en temas de lavado de dinero, el dinero que se pueda obtener sería destinado al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado.