Javier Aguirre volverá a disputar una final de la Copa del Rey, después de que el Mallorca avanzará en una dramática tanda de penales sobre la Real Sociedad tras el 1-1 después de un partido de vuelta muy entretenido.
Encuentro que arrancó de la típica manera en que lo hacen este tipo de eliminatorias: con muchas imprecisiones, aunque es de justicia mencionar que la Real arrancó con un punto más de lucidez y acierto, eso sí, sin acercamientos peligrosos. Tampoco ayudó el diluvio de los primeros minutos a hacer del espectáculo algo más atractivo para el espectador.
La ocasión más clara de los primeros 45 minutos llegó en forma de pena máxima a favor del conjunto txuri urdin. Brais Méndez fue el encargado de lanzarlo, aunque Grief adivinó las intenciones del centrocampista gallego y detuvo el disparo centrado desde los once metros.
Lo de los penaltis es algo que, precisamente, al centrocampista no se le ha dado nada bien esta temporada y es que de tres lanzamientos desde el punto de penalti, Brais ha errado los tres.
La reanudación no pudo empezar mejor para el club de Javier Aguirre con un gol de Giovanni González tras un centro impecable de Jaume Costa desde la banda que puso en jaque a la escuadra realista.
Mikel Oyarzabal, quien había ingresado a los pocos minutos al terreno de juego. Un contraataque conducido de manera fantástica por los realistas acabó en una definición soberbia delante del portero previo pase al hueco de Brais.
Y en los penaltis, ya sabemos lo que puede pasar. La suerte te sonríe, como no lo hace. En este caso, no le sonrió a un Mikel Oyarzabal que fue el único en fallar uno de los diez penaltis lanzados. El primero de ellos. Y es que el guion del fútbol, a veces, es muy cruel o muy benévolo, ya que siempre depende del prisma del que se mire. El Mallorca de Javier Aguirre estará en la final de La Cartuja. Le toca esperar para saber si será ante el Atlético de Madrid o ante el Athletic Club.
Javier Aguirre vuelve a una final
La de esta temporada será la segunda en la que Javier Aguirre dispute una final de Copa del Rey, la primera fue cuando era entrenador del Atlético Osasuna en el 2004, más tarde lo intentó con el Atlético de Madrid pero quedó eliminado en semifinales y ahora no solo jugará la final, sino que también ganó el boleto para Supercopa de España del próximo 2025.