Barcelona, 1 nov (EFE).- Tras empatar ante el Alavés (1-1), el Barcelona suma dos puntos de los doce últimos disputados en LaLiga Santander, una racha negativa en la que solo ha anotado tres tantos en cuatro partidos y que coincide con la sequía goleadora del argentino Lionel Messi.
En el último tropiezo liguero, el equipo azulgrana lo intentó con hasta 25 remates, pero solo entró el disparo de Antoine Griezmann, que puso fin a 13 partidos sin marcar un gol en partido oficial con su club.
En Mendizorroza, el francés fue el único capaz de batir a Pacheco. Y eso que Ronald Koeman puso a toda su artillería para culminar, sin éxito, la remontada.
Ni Ansu Fati, ni Dembélé, ni Trincao, ni Braithwaithe, ni Messi consiguieron acabar con la resistencia de un rival que jugó la última media hora con un futbolista menos.
El caso más paradójico es el de Lionel Messi. La racha negativa del rosarino es histórica. Con tres goles en lo que va de curso -los tres de penalti, dos de los cuales en la Liga de Campeones-, el máximo anotador de la historia del club azulgrana (637) registra uno de sus peores arranques como goleador.
Si se obvia el inicio de la temporada 2019-20, que estuvo lesionado, es el peor inicio del capitán en la competición doméstica, habiendo anotado un tanto en 540 minutos.
Fue en la primera jornada contra el Villarreal. Desde entonces, se ha quedado con la miel en los labios contra Celta, Sevilla, Getafe, Real Madrid y Alavés.
A la sequía de Messi se suma la ausencia de un ‘nueve’ puro. El pasado verano el Barcelona prescindió de Luis Suárez, ahora en el Atlético de Madrid, y finalmente no pudo contratar otro delantero centro para suplir al uruguayo, que el curso pasado anotó 16 dianas en la competición doméstica.
Sin los goles de Messi y la ausencia de un delantero centro puro, Ansu Fati se ha erigido en el líder ofensivo de los azulgrana. El joven delantero de 18 años ha anotado cuatro de los diez tantos de su equipo en los primeros seis partidos ligueros.
Los otros seis se los han repartido Messi, Coutinho, Sergi Roberto, Griezmann, así como otros dos tantos en propia puerta de Pau Torres, del Villarreal, y Lucas Olaza, del Celta.
Diez goles en seis partidos. Una media de 1,66 tantos por envite, un promedio que baja a 0,75 en los últimos cuatro encuentros en los que el Barça ha encadenado dos empates y dos derrotas.
Además, con el 4-2-3-1 que propone Komean, los delanteros ganan mucho protagonismo atacante, pero las llegadas ofensivas de los centrocampistas se reducen.
A Koeman le preocupa la falta de puntería. “No puede ser, fallamos demasiado”, lamentaba tras el empate contra el Alavés.
También Antoine Griezmann, tras poner fin a su racha negativa, hizo autocrítica: “Estamos fallando mucho, yo el primero. Hay que trabajar para mejorar. La temporada es muy larga y vamos a ir a más seguro”.
Mientras el gol no llega, el Barça suma ocho puntos, es duodécimo y queda lejos del líder, el Real Madrid, que le dobla en puntos (16), si bien el equipo azulgrana tiene un partido menos que el conjunto blanco.
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