Si alguien apostaba a que España sería campeona de la Copa del Mundo Femenina de Australia y Nueva Zelanda 2023 antes de su arranque, hubiera sido difícil de creer en medio de tantos problemas que abundan en la Federación y dentro de la concentración de ‘La Furia Roja’.
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Sin embargo, fueron las mismas seleccionadas quienes confiaron en su calidad futbolística y su unión para demostrarle a su organismo, a su entrenador Jorge Vilda y al mundo entero, que su coronación tras derrotar a una de las grandes favoritas, Inglaterra (1-0), no fue fruto de la suerte.
Y fue precisamente Olga, autora del gol de la victoria que metió a España en la final, quien inauguró el marcador en el minuto 29, con una anotación que puso el broche de oro a una jugada que demostró la versatilidad y particularidad de este equipo campeón, a pesar del penal fallado por Jenni Hermoso que pudo sentenciar el partido.
España se levantó como una grande
Sufrido sí, pero el coraje, liderazgo y profesionalismo de este grupo de jugadoras sobresalió en cada partido. Ahora, el camino de España está repleto de éxitos marcando el paso de una generación sorprendente que ha conquistado todas sus categorías: Sub17, Sub20 y Selección Mayor.
Evidentemente, esto ya es un golpe sobre la mesa para la postura de la Federación que fracturó este vestidor previo a la concentración; una reconstrucción obligada para bien en cuanto a temas económicos, culturales, etc., pues el peso de esta estrella, es inmenso.
El cambio de chip de esta selección fue inspirador y sorprendente, como un auténtico guión de película luego de venir de una goleada de 0-4 frente a Japón que parecía acabar con los sueños de la escuadra. Suiza, Países Bajos, Suecia y, finalmente, Inglaterra, se convirtieron en víctimas de la reivindicación de las ahora reinas del balompié femenino.
‘La Furia Roja’ es la quinta selección campeona del mundo en la historia, uniéndose a Estados Unidos (4), Alemania (2), Japón y Noruega.