Roma, 5 oct (EFE).- El marroquí Achraf Hakimi y el chileno Arturo Vidal, fichados por el Inter de Milán, el español Álvaro Morata y el brasileño Arthur Melo, incorporados por el Juventus, y los también españoles Borja Mayoral y Brahim Díaz, que firmaron respectivamente con Roma y Milan, cambiaron la Liga por la Serie A en el mercado veraniego 2020 italiano, que se cerró oficialmente este lunes.
En una sesión marcada por la crisis económica causada por la pandemia, los clubes italianos aprovecharon la “operación salida” del Real Madrid, el Barcelona o el Atlético Madrid para reforzar sus plantillas con jugadores de experiencia, recorrido internacional y, a la vez, precio más accesible con respecto a los años pasados.
El nuevo Juventus de Andrea Pirlo lanzó la primera “bomba” de mercado al comienzo de la sesión veraniega al cerrar un trueque entre el bosnio Miralem Pjanic, que firmó con el Barcelona, y Arthur, y reforzó su delantera con la incorporación de Morata, procedente del Atlético Madrid.
Tras los intentos fallidos para fichar al bosnio Edin Dzeko, quien finalmente se quedó en el Roma, y el uruguayo entonces del Barcelona Luis Suárez, quien no consiguió sacar el pasaporte italiano y terminó recalando en el Atlético, el Juventus acordó una cesión por un año de Morata a cambio de diez millones de euros, con una opción de compra a título definitivo fijada en 45 millones.
El club turinés también puso la guinda a su mercado este lunes, en el último día disponible, al incorporar al extremo italiano del Fiorentina Federico Chiesa en una operación de 50 millones de euros.
También se fijó en la Liga española el Inter de Milán de Antonio Conte, que invirtió 45 millones para fichar, procedente del Real Madrid, al lateral Achraf Hakimi, quien ya está siendo protagonista de prestaciones sobresalientes en la Serie A.
Achraf, que se lució en las últimas dos temporadas cedido en el Borussia Dortmund, dejó al Madrid para contar con una plaza de titular fijo en Milán y comparte ahora el vestuario con Vidal, centrocampista incorporado de forma gratuita procedente del Barcelona.
El “Guerrero” Vidal, que ya trabajó bajo las órdenes de Antonio Conte en su etapa en el Juventus (2011-2014), reforzó el centro del campo de un Inter que también agregó experiencia a su defensa con el serbio Aleksandar Kolarov.
La “operación salida” del Real Madrid también fue aprovechada por el Roma, que incorporó a Borja Mayoral cedido por dos años con opción de compra fijada en 15 millones en caso de que se ejerza en 2021 y en 20 si se ejerce en 2022; y por el Milan, que se hizo con la cesión de Brahim Díaz.
El joven centrocampista malagueño está teniendo protagonismo en el equipo de Stefano Pioli y ya celebró su primer gol, la semana pasada en la visita liguera al Crotone.
Rompió su récord de gasto el Nápoles de Gennato Gattuso, que pagó 70 millones de euros al Lille para hacerse con el delantero internacional nigeriano Victor Osimhen, y que cerró a escasas horas del cierre del mercado la incorporación como cedido del medio francés Tiemoué Bakayoko.
Financió parcialmente estos fichajes con la venta al Everton inglés del brasileño Allan Marques por 25 millones.
El Cagliari sardo fue protagonista de una de las incorporaciones más sugestivas, al hacerse con el uruguayo Diego Godín, quien siguió las huellas de leyendas charrúas como Enzo Francescoli, José Herrera (que es además su suegro) o Daniel Fonseca.
Entre las demás operaciones, el argentino Ignacio Pussetto regresó cedido al Udinese desde el Watford y el mismo camino hizo el español Gerard Deulofeu.
También el Fiorentina estuvo muy activo en el último día de mercado, al hacerse con el español José Callejón, llegado libre tras expirar su contrato con el Nápoles, y el argentino Lucas Martínez Quarta, incorporado procedente del River Plate.
Andrea Montolivo
(c) Agencia EFE
