El combate entre Oleksandr Usyk y Tyson Fury podría ser considerado como la primera gran pelea de esta década, y quizás del Siglo 21.
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Por primera ocasión, en mucho tiempo, la división pesada presenta dos gladiadores invictos, con gran atractivo taquillero a la vez que promete ser una pelea cerrada de acuerdo a las apuestas. Al inicio de la semana, el inglés surgía favorito por -110 ante el ucraniano.
THE ONE THE WORLD WAITED FOR.
WELCOME TO FURY-USYK FIGHT WEEK 👑4️⃣ pic.twitter.com/2J5GfaNYfO
— Top Rank Boxing (@trboxing) May 13, 2024
Estará en juego la supremacía de los pesos completos. De no surgir un empate, sería la primera ocasión que un púgil tiene todas las coronas de la más alta división del boxeo. El último en lograrlo fue Lennox Lewis en 1999. Sería, además, la primera ocasión en que un campeón de los pesados tiene títulos de los cuatro organismos principales.
Lewis fue campeón del Consejo Mundial de Boxeo, la Asociación Mundial de Boxeo y la Federación Internacional de Boxeo. Aunque existía para aquella época, la Organización Mundial de Boxeo no era reconocida por muchas Comisiones.
Curiosamente, solo cinco boxeadores han sido reconocidos como campeones indiscutibles en la división desde el 1987.
Vamos con los protagonistas.
Usyk, de 37 años, tiene en su cintura tres de los cuatro cinturones. Luego de ser figura dominante en los pesos crucero y semicompletos, incursionó en la división pesada y sorprendió al mundo boxístico al derrotar por decisión unánime a Anthony Joshua en el 2021. Le repitió la dosis un año después, pero en esta ocasión fue favorecido por sólo dos de los tres jueces.
Desde su coronación hace tres años, solo ha peleado ante Joshua y ante Daniel Dubois, púgil británico definido como contendor de los pesos pesados. Usyk tiene a su favor, sin embargo, el ser un zurdo convertido, con buenos movimientos que disfraza sus golpes.
Fury, por su parte, es un peso pesado natural. Su imponente estatura y alcance lo hacen un objetivo difícil de alcanzar. Usyk es seis pulgadas más bajo que el galés y con un alcance de 78 pulgadas, siete menos que Fury, puede no permitirle establecer un ritmo de pelea.
Además, Fury tiene la capacidad de boxear, como lo demostró en tres ocasiones ante Deonte Wilder y frente a Wladimir Klitschko, a quien le arrebató tres de los cuatro cinturones en el 2015 y prácticamente lo envió al retiro. Ha superado a retadores conocidos, tales como Derek Chisora y Dillian White y se ha podido recuperar de caídas ante WIlder.
Aunque ha sido criticado por su actuación ante Frances Ngannou, un ex luchador de artes marciales mixtas que lo derribó en el tercer asalto, no creo que sea barómetro para que no sea el favorito. Hay que recordar que en esta época del deporte, varios de los rivales son para el espectáculo (ver Mike Tyson vs Jake Paul el 20 de julio, tema para otra columna). No dudo que Fury no le tomó en serio.
El encuentro puede, como mencioné al principio, ser el mejor del Siglo 21. Sólo podemos comparar en cuanto al bombo publicitario con el descorazonante encuentro Manny Pacquiao vs Floyd Mayweater. Aunque el espectáculo de Mayweather y Connor McGregor es considerado uno de los más taquilleros y recaudos en PPV, me rehuso a incluirlo, por considerarlo un espectáculo y una falta de respeto, de muchas, de parte de Mayweather hacia el deporte.
Desde el 2000, ha habido otras peleas que pueden ser mencionadas como Pacquiao-Juan Manuel Márquez 4, la primera de Erik Morales vs Marco Antonio Barrera, por mencionar algunas. Estas, quizás con la excepción de Márquez-Pacquiao, no arrastraban el bombo que tiene Usyk vs Fury.
Sólo resta pronosticar un ganador. Me voy con Fury por KO antes del 9.
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