Hoy es la entrenadora de la Selección Mexicana SUB-20 y acaba de conseguir el boleto al Mundial de la especialidad, pero es solo una parte de la vida de Maribel Domínguez, una vida en la que además de esforzarse en ser la mejor, también tuvo que lidiar con prejuicios, estereotipos y hasta disfrazarse de hombre para poder seguir con sus sueños y convertirse en futbolista.
En realidad se trata de una historia de mucho sacrificio, dedicación y de no rendirse jamás hasta alcanzar el sueño de jugar para la selección porque en esa época, México no contaba con una Liga Profesional como la tiene hoy y lo que es peor, muchos directivos se oponían a la creación de una para darle seguimiento a jugadoras con mucho talento como Maribel.
Antes de convertirse en ‘Marigol’, Maribel creció en Valle de Chalco, un lugar donde el fútbol era y sigue siendo, un espacio para liberar la tensión y el estrés de las largas jornadas de trabajo de la mayoría de la gente que vive en esa zona del Estado de México.
Su pasión por el fútbol despertó desde que era pequeña y su romance con la pelota la llevó a cosas que jamás hubiera imaginado pero antes tuvo que mantenerse firme a las voces que le decían que “el fútbol es juego de hombres” o “eso no es para ti, tu eres niña”.
Maribel Domínguez y su transformación a ‘Mario’
Tantas eran sus ganas de jugar y demostrar su calidad que ante la falta de equipos femeniles, tuvo que disfrazarse de hombre para que pudiera jugar todos los domingo y ahí es donde nace ‘Mario’, el nombre que utilizaba para poder tener un lugar y ser aceptada.
Ante la falta de oportunidades, Maribel Domínguez tuvo que irse a los Estados Unidos para finalmente encontrar las condiciones adecuadas para poder jugar en un equipo y una liga femenil y en su primer año, simplemente demostró su calidad a base de goles, lo que la llevó directamente a formar parte de la Selección Mexicana para formar parte del combinado que disputó el torneo femenil de fútbol de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Sus actuaciones llamaban la atención y ese mismo año, el Atlético Celaya de la liga de ascenso firmó contrato con Maribel para convertirla en la primer mujer en formar parte de un equipo varonil y cuando estaba por debutar, la FIFA se opuso al señalar que no podía jugar en un equipo y una liga varonil.
A pesar de ser un golpe para ella el no poder jugar, las buenas noticias llegaron pronto y el equipo femenil del Barcelona la firmó y no decepcionó, al contrario, en su debut hizo tres goles y ahora era conocida como ‘Marigol’.
Con la selección mantuvo una relación muy fuerte que la convirtió en la jugadora con más partidos disputados (109) y también tiene el récord de goleadora histórica con el Tri Femenil gracias a sus 75 anotaciones.
Si hoy hay una liga femenil y apoyo a la selección, en buena medida se le debe a Maribel Domínguez quien junto con una generación de mujeres futbolistas, abrieron un espacio a base de trabajo y buenos resultados, demostrando que el único camino al crecimiento del fútbol femenil en México era apoyarlo y darle las facilidades para su crecimiento.
Justo este fin de semana, la Selección Mexicana SUB-20 consiguió el boleto a la Copa del Mundo bajo la dirección técnica de Maribel Domínguez y para cerrar, será investida al Salón de la Fama del Fútbol Mexicano, un reconocimiento más que merecido para alguien que se encargó de abrir puertas con la llave que muchas otras buscaron y lamentablemente por falta de apoyo jamás encontraron.