El español Álvaro Vizcaíno está vivo de milagro y su historia raya en lo para muchos podría ser una experiencia casi religiosa, pues en septiembre 2014 su exceso de confianza estuvo a punto de matarlo.
- Paul Aguilar, ex capitán del América, ahora se dedica a vender autos usados
- Supuesto hijo de un ex americanista lucraba con la ilusión de niños
- Los mejor shows deportivos
Lo interesante es que la batalla librada por el atleta para seguir en este mundo no está ligada con el surfing, sino con un descuido que lo hizo caer desde un acantilado en un remoto lugar cercano a las Islas Canarias denominado Fuerteventura.
Cierto día, Álvaro decidió bajarse de su automóvil para visitar la una solitaria playa donde pretendía descansar, pero cometió una cadena de errores que le propiciaron 48 horas de angustia y una lección que nunca olvidará.
Lo primero fue que no le avisó a nadie que se dirigía a un sitio poco visitado y lo siguiente fue que optó por caminar a través de una zona de riesgo que lo hizo quedar colgado desde un acantilado desde el cual tuvo que soltarse a 15 metros de altura produciendo en su cuerpo una triple fractura de pelvis y una laceración profunda en la mano derecha.
“Primero me desmayé y cuando me desperté me di cuenta de que algo pasaba. Ese crujido que había sentido dentro de mi cuerpo estaba localizado en mi cadera y cuando intentaba moverme lo volvía a oír y me desmayé un par de veces”, rememoró hace poco el surfista quien actualmente tiene 44 años y cuya aventura terminó por convertirse primero en un libro y luego en una película que por título lleva Solo.
El viacrucis de Álvaro Vizcaíno se resume en dos días tirado en una remota playa donde prácticamente agonizaba hasta que al decidirse a nadar con su maltrecho cuerpo se encontró con un barco para ser rescatado.