Manny “Pacman” Pacquiao sigue demostrando que todavía le queda bastante gasolina en el tanque a los 40 años.
Con su legado sellado entre los mejores boxeadores en la historia y a una edad en que la mayoría de los peleadores están gozando del retiro, el filpino continuó haciendo de las suyas en el ring y el sábado superó por decisión dividida al invicto Keith Thurman para quedarse con el cetro welter de la Asociación Mundial de Boxeo.
Pacquiao (62-7-2, 39 KOs) derribó en el primer asalto a Thurman con una corta derecha y fue por mucho el mejor hombre sobre el cuadrilátero del MGM Grand en Las Vegas para llevarse el triunfo con puntuaciones de 115-112 en las tarjetas de los jueces Dave Moretti y Tim Cheatham, mientras que el tercer juez Glenn Feldman (inexplicablemente) la vio 114-113 por Thurman.
Unanimo Sports vio la pelea 116-111 a favor de Pacquiao.
Aunque oficialmente la decisión fue dividida, la realidad sobre el ring fue otra ya que el filipino dominó la primera parte del combate a su antojo ante un rival 10 años menor que simplemente no pudo mantenerse a la par con el legendario peleador.
Thurman (29-1, 22 KOs) apenas comenzó a encontrar su ritmo en el séptimo asalto y ya para entonces era muy tarde ante el incómodo y veloz Pacquiao, quien nunca se vio en problemas durante el combate y parecía inspirarse en los gritos de “Manny, Manny”.El estadounidense tuvo sus momentos y conectó sólidos golpes durante la segunda parte de la pelea, pero cuando parecía que estaba a punto de darle vuelta a la contienda, el “Pacman” con su estilo guerrero volvía a imponer su ley.
En el noveno asalto Pacquiao lastimó a Thurman con un golpe al cuerpo que frenó su ímpetu, y aunque se llevó los últimos dos rounds y levantó los brazos en señal de triunfo, claramente el senador filipino lucía como el ganador.
Sin embargo, el fantasma de una polémica decisión o mejor dicho, un robo, se apoderó del ambiente cuando el anunciador Jimmy Lennon proclamó de que había una decisión dividida lo que desató un sonoro abucheo entre el público.
Al final, no hubo controversia ya que Pacquiao alzó de forma justa y merecida los brazos en alto.
“Es un buen peleador, un buen boxeador. Es fuerte”, dijo Pacquiao, quien le restó importancia a las habladurías de Thurman previo al duelo. “Solo estaba promoviendo la pelea. Hizo lo mejor que pudo, yo hice todo lo posible, e hicimos felices a la gente”.
Pacquiao indicó que con toda probabilidad retornará el ring en el 2020 ya que ahora le toca ejercer sus funciones como senador en su tierra natal.
Mientras tanto, Thurman aceptó que el filipino fue el mejor hombre en el ring y que le dio una lección.
“Fue muy apretada. El consiguió una caída, por lo tanto, tuvo el momentum en el primer asalto”, explicó Thurman, quien fue derribado sólo por segunda vez en su carrera. “Manny Pacquiao es un verdaderamente un campeón grandioso y legendario”.
Thurman reconoció que su condición y rendimiento no estuvieron a la par con Pacquiao, y no protestó por la decisión aunque sí dijo que le gustaría una revancha.
Fue una gran noche para Pacquiao. Cuando uno piensa que ha llegado quizás al final del camino, una vez más, demuestra que para algunos atletas la edad es simplemente un número, y en su caso se aferra al dicho popular de que “la vida comienza a los 40 años”.