A pesar de tener un contrato vigente hasta 2027, el delantero Ansu Fati simplemente parece estar borrado del primer equipo y mientras otros chicos con menor potencial han logrado consolidarse, el delantero de 20 años se come la banca ante la impotencia de su padre, quien no logra convencerlo de salir del Barcelona.
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Fati podría ser titular en un gran número de clubes en Europa, pero no con el conjunto catalán, donde debido a sus lesiones ha perdido credibilidad y ante el peso de otros futbolistas ya consolidados, en los últimos meses se ha rezagado y ahora se conforma con estar detrás de jugadores como Raphinha, Gavi y Ferran Torres.
De hecho, cuando Messi emigró a París, el joven talento formado en La Masia heredó el 10 en su playera y ello lo perfilaba como un sucesor natural del argentino, algo que nunca sucedió, pues al técnico Xavi Hernández simplemente no le llena el ojo.
De acuerdo con Bori Fati, la situación que vive su vástago resulta inaceptable y ello lo ha llevado a la conclusión de que lo mejor para su futuro sería emigrar a un equipo donde se le brinde continuidad.
“Si por mí fuera, me lo llevo del Barça, pero él quiere seguir. Estoy enfadado de que Ansu juegue tan pocos minutos. Estamos hablando del ’10’ del Barça, de un internacional de la selección española y un chico que salió de La Masia. Pienso que nos merecemos mucho más”, expresó durante una entrevista concedida al programa El Partidazo, de la Cadena Cope.
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Es claro que Fati prefiere esperar a que llegue su momento en uno de los dos clubes más importantes de España y por eso va en contra de la sugerencia de su padre.
“Ansu no quiere fichar por otro club, pero yo quiero verlo triunfando. Hablé con Mateu Alemany y Jordi Cruyff y me dijeron que es patrimonio del club y que ellos quieren a Ansu. Lo primero que le dijo Ansu a Jorge Mendes fue que él es del Barça y él no se va del Barça. Yo pensaba otra cosa, pero él me dijo ‘Papá, no estoy de acuerdo. Quiero estar aquí. ¿Pero por qué Xavi no le da bola? Es una buena pregunta. Él tendrá sus razones”, expresó.
Bajo este planteamiento, habrá que esperar para conocer que resiste más, la paciencia de Fati, la cerrazón de Xavi o la postura de la directiva del Barcelona para no dejar partir al delantero a otra institución donde termine por despuntar.