Con casi dos metros de altura (1.96 m) y 132 kilogramos, Mijaín López hizo historia en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al unirse a los estadounidenses Carl Lewis (salto de longitud), Michael Phelps (200 metros estilos) y Al Oerter (lanzamiento de disco) como los únicos atletas con cuatro títulos Olímpicos en una misma prueba de manera consecutiva.
A sus 39 años de edad, Mijaín López no solo es tetracampeón olímpico, también es cinco veces campeón del mundo en lucha grecorromana y sin duda es un digno representante de la herencia hispana.
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De un niño fortachón al ‘Hércules’ cubano
Desde pequeño, Mijaín López desarrolló su enorme constitución física corriendo tras los animales y cargando cajas de tubérculos y frutas. Sus hermanos Misael y Michel practicaban remo y boxeo y trataron de contagiarle el gusto por esos deportes. Pese a que lo intentó con el boxeo, desde los 10 años se encaminó hacia la lucha.
“En cuanto lo vio un profesor de lucha lo captó”, explicó su madre en una entrevista para la agencia AFP.
Su carrera pudo haber sido corta, ya que a los 13 años de edad sufrió una fractura de tibia y peroné durante una competencia. Su padre, preocupado por él, lo intentó persuadir para que abandonara el deporte; sin embargo, el joven atleta perseveró y continuó preparándose.
Cuatro años más tarde iría a sus primeros Juegos Olímpicos (Atenas 2004) donde terminó en quinta posición tras caer ante el ruso Khasan Baroev, quien obtuvo la medalla de oro en aquella ocasión. Un resultado bastante bueno para un joven de casi 22 años que su hermano Michel recuerda como “malcriado, gruñón y busca pleitos”. A partir de entonces, continuaría preparándose y no volver a conocer la derrota. Y, al igual que el héroe griego ‘Hércules’, dotado de una fuerza casi ilimitada, resistencia, agilidad y reflejos sobrehumanos, la leyenda de Mijaín López apenas estaba naciendo.
Mijaín López en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 a Río 2016
Cada que pisa el tapiz, Mijaín López utiliza fortaleza para derribar a cada uno de sus rivales, por lo que se ha convertido en el atleta más dominante de la lucha grecorromana de los últimos tiempos. En 2008 fue el abanderado de la delegación cubana en los Juegos Olímpicos de Beijing y, desde entonces no ha perdido ningún combate.
El camino de la victoria continuó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde arrasó con todos sus rivales, demostrando su poder, fruto del esfuerzo, constancia y disciplina con la que se prepara cada día. Apodado también como ‘El Terrible’, aunque él prefiere ser llamado ‘El Guerrillero de Cuba’, llegó a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 con toda la confianza en repetir la hazaña y lo consiguió. No hubo contrincante que le pudiera hacer cosquillas.
Además de sus cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos, Mijaín cuenta con cinco campeonatos del mundo, tres copas mundiales, cinco Juegos Panamericanos y dos Juegos Centroamericanos y Caribe.
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¿Y en Tokio 2020?
A pesar del tiempo en el que tuvo que dejar de entrenar, debido a la pandemia por el Covid-19, Mijaín no dejó de ser el favorito para llevarse el oro olímpico y superó con creces las expectativas del pueblo cubano y de sus seguidores. Venció por 9-0 a Alin Alexuc (Rumania); 8-0 a Amin Mirzazadeh (República Islámica de Irán) y 2-0 a Riza Kayaalp (Turquía) para llegar a la gran final y enfrentarse a Iakobi Kajaia (Georgia).
Todavía faltaban 10 segundos en el reloj para finalizar el combate por la medalla de oro; sin embargo, Kajaia aceptó que la empresa era imposible y le concedió la victoria a Mijaín López. El gigante celebró junto a su equipo por todo lo alto, no era para menos: su cuarta medalla de oro de forma consecutiva en unos Juegos Olímpicos.
Primero derribó a su entrenador, después cargó a un integrante de su equipo para dar vueltas alrededor del tapiz y, finalmente, se colgó la bandera de Cuba, todo lo anterior con su peculiar e inigualable sonrisa. Ese fue el festejo de Mijaín López tras obtener, nuevamente, el oro olímpico.
En una entrevista para Olympics.com declaró:
“Estoy cumpliendo con lo que aprendí, con lo que me enseñaron mis antecesores, mis padres, mis hermanos, mis abuelos…Creo que estoy transmitiendo al mundo que, por muy grande que seas, siempre la humildad va a ser la más grande virtud”.
¿Se retira o no?
Pese a que, antes de su participación en los Juego Olímpicos de Tokio 2020, Mijaín López declaró que ya estaba decidido a retirarse para descansar y dar oportunidad a las nuevas generaciones, al parecer el luchador aún no cesa su espíritu competitivo, ya que, tras ganar su cuarta medalla y cuestionarle sobre su retiro declaró: “Esas son palabras, las cuales están en pensamiento solamente. Ahora quiero un descanso después veré si Mijaín sigue o no sigue”.
“Los Juegos Olímpicos son lo más importante para cualquier deportista. Tenemos que estar en la élite mucho años. Creo que es algo muy, muy grande, muy emocionante”, destacó Mijanín López, quien tiene muy claro que es un orgullo no solo para Cuba sino a nivel internacional, pero que no ha perdido el piso y es fiel a sus raíces hispanas. “Creo que es la sangre en la cual nos hemos criado, es la esencia de los que somos, de los que tenemos en nuestros corazones, por lo que luchamos y por lo que lucharemos hoy, mañana y siempre”, afirmó.
Así que, mientras que Mijaín López coquetea con la posibilidad de no retirarse y participar en los Juegos Olímpicos de París 2024, se sueña con volver a ver al gigante cubano sobre el tapiz ganando un nuevo combate y se celebra que forme parte de nuestra herencia hispana.
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