La Superliga: una liga pirata como El Dorado

Hace 72 años. Un 30 de abril de 1949. El fútbol colombiano revolucionó el mundo. Veía la luz un proyecto muy ambicioso que nunca antes se había visto. Nacía El Dorado.

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La liga colombiana, que tenía un año de creada, tuvo una disputa con la asociación de fútbol de su país lo que provocó un rompimiento entre las dos. El resultado fue la creación de El Dorado. Sin tener que someterse a ningún organismo que regulara las transferencias de los jugadores los clubes de fútbol colombianos salieron al extranjero a comprar a los mejores futbolistas.

En Argentina los jugadores de fútbol se habían ido a huelga. Desde Colombia se aprovechó esta coyuntura para llevarse, sin necesidad de pagar por el traspaso, a las figuras de los equipos argentinos. Millonarios fue el club que mejor aprovechó esta oportunidad y contrató a las figuras de River Plate. Así fue como llegó primero Adolfo Pedernera, integrante del mítico plantel de River apodado La Máquina, a su debut asistieron 30 mil personas al estadio. Unos meses después llegaron Néstor Raúl Rossi y un joven de nombre Alfredo Di Stéfano.

La idea fue replicada por los demás equipos de la liga. No solo llegaron futbolistas argentinos, también españoles, húngaros, ingleses, yugoslavos, escoceses paraguayos, peruanos, brasileños y uruguayos. Llegó a tanto la rivalidad que el Cúcuta Deportivo contrató a casi todos los integrantes de la selección uruguaya. Nada de esto sirvió para desbancar a Millonarios que fue el equipo que dominó El Dorado. Alfredo Di Stéfano era la figura en Colombia y todos querían ver jugar al Ballet Azul, sobrenombre que se ganó Millonarios debido a la sincronización que mostraban en la cancha.

La mejor liga de América y posiblemente del mundo despertó celos entre sus vecinos que además veían como sus figuras se marchaban gratis a Colombia. Fue por eso que Argentina, Uruguay y Paraguay presentaron una querella ante la FIFA la cual fue aceptada. El veredicto final fue muy fuerte. Se calificó a El Dorado como una liga pirata y Colombia fue expulsada de la FIFA.

Colombia tuvo que hacer diplomacia deportiva y firmó el Pacto de Lima. En este se comprometían a permitir la salida de aquellos jugadores que llegaron antes de 1954 para poder regresar a la FIFA. Fue en ese mismo año cuando Di Stéfano llegó al Real Madrid. El argentino había maravillado unos años antes al club de la capital española cuando Millonarios derrotó 4-2 al Real Madrid en una gira que los colombianos realizaron en Europa.

La marcha de las figuras de Colombia, pero en especial la de Di Stéfano fue un golpe muy duro para el fútbol colombiano. Los aficionados se habían acostumbrado a tener un espectáculo que solo se podían permitir los espectadores europeos. Esto alejó a la gente de los estadios y trajo consigo años duros para los clubes. Tuvo que pasar mucho tiempo para que Colombia volviera a enganchar a las multitudes y todavía más tiempo para que pudieran sobresalir a nivel continental.

La reciente creación de la Superliga nos llevó irremediablemente a el Colombia de finales de los cuarentas y principios de los cincuentas. En aquella ocasión el mundo sí llegó a ver una liga que maravilló por la calidad de sus jugadores, pero que también trajo consigo consecuencias muy duras en sus vecinos siendo Argentina los más perjudicados. ¿Qué hubiera pasado si Alfredo Di Stéfano en lugar de irse a Millonarios se hubiera quedado en River Plate? La respuesta nunca la sabremos. Lo que sí sabemos es que la historia se repite. Esta semana, como en 1954, la FIFA catalogó a una liga como pirata.

La UEFA no dejó que la Superliga siquiera llegara a la cancha. Desató, con todas sus fuerzas, la maquinaria puesta a su disposición. No iban a permitir que alguien más organizara una competencia disputada en Europa y lo que es peor para ellos que alguien más manejara el millonario presupuesto disponible. La Superliga tuvo muchos errores, pero el peor fue la comunicación. No quedó claro cómo se iban a repartir los últimos cinco puestos y en general, nunca se aclaró lo que realmente importaba. Qué iba a pasar en la cancha y cómo iba a ayudar al resto del fútbol.

¿Qué hubiera significado para el fútbol si El Dorado hubiera continuado? ¿Se hubiera acabado el fútbol? ¿Tendríamos hoy un fútbol anárquico en el que cada quien haría lo que se le diera la gana? ¿Sudamérica sería la región con mejores clubes? Para la segunda pregunta tenemos respuesta. Un rotundo no. Las otras tres quedan abiertas.