El mundo futbolero tiene una cantidad innumerable de rivalidades muy fuertes, efímeras algunas, eternas otras.
- América le gana el Clásico al Guadalajara con gol de ‘Gio’ Dos Santos
- Vucetich asegura que Chivas no merecía perder ante el América
- Miguel Herrera: “Tenemos que mejorar en muchos aspectos para lograr los objetivos”
Se juega como se vive, la palabra clásico define un antagonismo que incluye diferencias muy marcadas, que van desde lo deportivo hasta lo social, pasando algunas veces por la religión y la política.
Por estas razones, cada país tiene el derecho de llamar al partido más importante de su liga de esa manera, aunque tenemos la equivocada idea de que lo que es importante para mi país lo es para el mundo, eso no garantiza que el planeta fútbol lo considere así.
Un clásico es algo que se vive muchos días antes de que llegue y se festeja o se sufre hasta la próxima vez.
Es ese partido que paraliza a un país, su grado de “enemistad deportiva” va de la mano con el compromiso casi obligatoria con la gloria, que te hace explotar en un éxtasis casi animal y exultante a la hora de la victoria, mientras que en la derrota hace sentir al deportista casi como que no merece la camiseta que viste, lo avergüenza ante sus hinchas, lo obliga a saludar fríamente al rival para volver cabizbajo al vestuario y después de la ducha más rápida de su vida, ir a vivir ese auto exilio de largas noches de insomnio buscando en que falle, que terminara sólo cuando llegue la próxima batalla.
Es muy recomendable antes de explicarlo, por lo menos haberlo vivido, aunque sea una vez.
A continuación, comenzamos una reseña de los partidos entre clubes, que la historia ubica entre los verdaderos clásicos de respeto universal y sus razones para ello.
Real Madrid-Barcelona, han edificado una rivalidad deportiva que se fortaleció en el último cuarto de siglo, ciclo en el cual el Barça se acercó peligrosamente a la cifra de títulos de Liga conquistados por el dueño de la gloria nacional y mundial.
Es tan importante y mediático este antagonismo, que traspasa las fronteras ibéricas y se instala en el mundo entero.
Esto hace que aquellos “parias futbolísticos” que deambulan el mas popular y hermoso de los deportes, sin saber lo que es ver a un equipo de su país en el firmamento universal, no quieren “morir deportivamente” anónimos y alquilan mediante la pantalla no solo la emoción, sino además una lápida con el nombre de “hincha adoptivo”, que al final de la “muerte” de cada campeonato, los identifique como parte de “algo muy importante”.
Sumado todo esto a la gran calidad futbolística de aquellos que tienen la bendición de bajar a la cancha en este partido, más la bravura de estos súper atletas, la rivalidad de todo tipo entre la capital española y el orgullo de autosuficiencia de la capital catalana, han hecho que este sea hoy el clásico más esperado del año y el más importante de España y del mundo entero.
Esta es solo la primera entrega de una serie que le llevaremos a usted semanalmente con los clásicos que son para el fútbol del mundo las rivalidades históricas y casi eternas más importantes.
Lo esperamos en la puerta del túnel para jugar juntos el clásico que viene.
Abrazo de gol
Leo Vega