Con tres campeonatos en cinco finales consecutivas, los Golden State Warriors fueron la última gran dinastía en la NBA. Revolucionaron el baloncesto de distintas maneras; con un juego ofensivo, vistoso y priorizando los tiros de tres puntos, pero esos tiempos, parecen haber llegado a su fin.
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La derrota en las Finales de 2018 ante los Toronto Raptors, fue el punto culminante para el equipo que dominó durante más de cinco años. Las lesiones de Kevin Durant y Klay Thompson, inclinaron la balanza en favor de los canadienses y mostraron la gran importancia de ambos All-Star en el éxito del equipo.
Stephen Curry, dos veces Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, compitió y puso al equipo en su hombro, pero no fue suficiente, y es lo que sucede hoy en día.
Durant sacrificó el ganar el salario de una superestrella para poder ir a un equipo contendiente y conseguir un anillo, y tras obtener dos de ellos, decidió ir por el dinero que se merece.
Su salida era un claro golpe para el equipo de la Bahía, pero no olvidemos que Curry, Thompson y Draymond Green ganaron su primer campeonato sin Durant y con solo jugadores de rol. Por lo que el panorama para esta temporada lucía positivo para el equipo de Steve Kerr, que si bien ya no serían favoritos al título, se esperaba que fueran contendientes en la Conferencia del Oeste.
Sin embargo, la lesión de Thompson durante la temporada baja fue un duro golpe para los planes de los Warriors. Fueron obligados a buscar su reemplazo días antes del reinicio y la solución fue Kelly Oubre Jr., que a pesar de cumplir en la posición de alero, no es ni cerca el tirador que es Klay.
Ni tampoco lo es Andrew Wiggins, por quien intercambiaron a mediados de la temporada pasada. Wiggins, quien fue la primera selección del draft de 2014, nunca dio lo que se esperaba de él y se ha convertido en un sólido jugador de equipo.
Los problemas no solo son con la pérdida de dos All-Star. Green no es el mismo jugador de antes y parece ser que solo brilla por el talento a su alrededor. La posición de centro siempre ha sido menospreciada por Golden State, siendo jugadores de rol quienes ocuparan ese puesto y dejando a los tiradores cargar con el equipo, algo que escasean en estos momentos, exceptuando a Curry. y vaya que el “Chef” ha cargado con los Warriors.
Curry promedia 30 puntos 5.3 rebotes y seis asistencias en casi 34 minutos por partido, por lo que indudablemente está en la temprana conversación para el MVP de la liga ya que el equipo está en el séptimo puesto en la conferencia del Oeste con marca de 16-13.
“Intento no pensar demasiado en este tipo de cosas, ya que siento que te distraen del momento en el que estás. Si sigo haciendo mi trabajo, podré estar ahí a final de temporada”, dijo Curry recientemente.
En el pasado draft, Golden State seleccionó a James Wiseman con la segunda selección; y con ello la esperanza de poder fortalecer la pintura de forma inmediata. El novato se ha quedado corto en dicha asignación. Entre lesiones y malas actuaciones, ha perdido la titularidad y ponen en duda si fue la selección correcta, más aún con el gran rendimiento que ha tenido LaMelo Ball, seleccionado una posición después por Charlotte.
“Imagínate en Wiseman a David Robinson como estudiante de segundo año en la Marina, ése es el tipo con el que lo estás comparando. No el All-Star con los Spurs”, afirmó el coach Kerr al explicar el momento actual en que se encuentra el novato que ha sido comparado con el legendario excentro de los Spurs.
Es posible pensar que el regreso de Thompson solucionaría los problemas, pero no es tan fácil ya que se desconoce cómo regresará tras dos años fuera de la duela por las lesiones.
Además, hay algo que quizás haya que aceptar: todo lo bueno llega su fin. Y el momento de los Warriors parece que ya llegó.