El colorido exbasquetbolista y comentarista de TV Charles Barkley dijo con acierto que en este momento todo son preguntas sin respuestas. Si algo se puede ver entre la hojarasca es que, si se reanudan las actividades deportivas, la NBA debería ser la primera gran liga que vuelva a la acción y el Heat, el primer equipo de Miami en saltar al escenario.
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Que la NBA rompa el hiato tendría su paradoja porque fue justamente la Liga de las Estrellas del basquetbol la primera en suspender sus actividades debido a la pandemia del coronavirus.
Muchos criticaron a los directivos de la NBA por haber tomado la decisión de parar sus actividades por el simple hecho de que un jugador contrajo el virus. Ese argumento se basa en el hecho de que, si de 450 jugadores en 30 equipos uno se contagió, la proporción es bajísima y la infección puede atribuirse al descuido del propio jugador.
Por otro lado, cuando la NBA anunció el 11 de marzo pasado que suspendía sus actividades, al día siguiente, como en un juego de dominó, las demás ligas como la MLS de fútbol y la NHL de hockey hicieron lo mismo y, lo más importante, es que muchos consideran que tras el paso dado por la NBA las autoridades en Estados Unidos tomaron conciencia de la magnitud del problema y empezaron a adoptar medidas más drásticas para frenar el contagio que crecía de una manera exponencial.
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Ahora todas las miradas están enfocadas al regreso de la actividad. No se sabe cuándo. La MLS anunció que pensaba reanudar sus partidos a mediados de mayo, pero luego en un comunicado dijo que esa fecha es improbable.
En todas partes están pendientes de las decisiones que se adoptan. En Taiwán se reanudó el torneo de béisbol profesional con estadio vacío y robots y maniquíes en las tribunas, aunque se permitió la presencia de las cheerleaders para alentar a los equipos.
La Bundesliga de fútbol en Alemania planea el regreso a las actividades para no perder la mitad de los 750 millones de dólares que le reportan los derechos de televisión cada temporada.
Los germanos han estudiado cada detalle del retorno a la acción. Consideran que en lo que resta del año todos los partidos serán a puerta cerrada.
Dentro de sus estudios de la logística que plantean es que los equipos jugarán de locales y visitantes. En sus cálculos estiman que 240 personas tomarán parte en cada partido. Esta cifra incluye jugadores, comando técnico, cuerpo médico, personal de apoyo de cada equipo, árbitros, las personas encargadas de la transmisión por radio y TV. No se consideran a reporteros ni fotógrafos, por lo cual se deduce que habrá un pool para los medios de comunicación.
El caso de la NBA es más sencillo porque tiene menos jugadores, el espacio para jugar es más pequeño que en una cancha de fútbol y ello significará menos personal.
En Estados Unidos, la NBA tiene un factor que le pone mayor urgencia con respecto a la MLB, NFL, NHL y MLS para reanudar sus actividades, que debían terminar en junio. Y la presión no es solo por acabar esta temporada sino no comprometer la del 2020-21.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, dijo que el escenario más realista es volver a jugar a partir del primero de mayo sin público. Muchos sugieren que no debe terminarse la temporada regular y con los 65 partidos jugados hasta ahora de frente ir a los playoffs: los cuatro o seis primeros de cada una de las dos conferencias, tal como quedó la tabla de posiciones al momento de la suspensión, lucharán en la postemporada.
El Heat marchaba en el cuarto puesto al momento de la suspensión de las actividades, por lo cual, de aceptarse estas propuestas, estaría clasificado para los playoffs.
El otrora gran jugador de la NBA Isiah Thomas propuso jugar los playoffs a la manera antigua, es decir, al mejor de tres y la final al mejor de cinco, pero nunca siete juegos como se juega tradicionalmente.
“Ya hace más de un mes que la NBA paró de jugar y se necesitará más de tres semanas para poner a los jugadores en forma”, comentó Stan van Gundy, quien entrenaba al Heat en la temporada 1998-99, cuando un desacuerdo entre el sindicato de jugadores y los dueños paralizó la liga cerca de seis meses. “Cuanto más tiempo pase sin acción, más tardará en poner a punto a los jugadores”.
Van Gundy establece una gran diferencia entre el lockout de 1998-99 y la paralización por el coronavirus.
“Entonces los jugadores siguieron entrenando, estábamos todos juntos”, explicó Van Gundy. “Ahora la comunicación es por Zoom, mensajes de textos, teléfono y cada jugador en su casa trabaja en las condiciones que tiene. Por eso, cuando regresen, habrá que tener mucho cuidado porque si no, puede haber un mar de lesionados”.
Barkley dio un consejo y soltó una interrogante: “Es preferible esperar. Hay que pensar en las consecuencias en el caso que una superestrella como LeBron James, Giannis Antetokounmpo, James Harden, Stephen Curry o Kawhi Leonard contraigan el virus”.