Mario González Lozano tiene 52 años y fuera del cuadrilátero muy pocos lo conocen por dicho nombre, pero una vez que se maquilla y se pone su traje de luchador el escenario se transforma para recibir a Pimpinela Escarlata, el luchador exótico, ídolo de las multitudes que desde hace décadas lo siguen y apoyan.
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Durante una entrevista concedida al diario Récord, la “Pimpi” como le llaman cariñosamente sus fans compartió un desgarrador pasaje de su vida personal al confesar que, en su natal Torreón, Coahuila, abusaron de él cuando solo tenía nueve años.
“Me agarraron chiquito, me tocaron y abusaron de mí. Me siento feliz, pero no lo soy ¿Qué me hace falta para ser feliz? Sacar al niño dañado que llevo dentro. De ahí en fuera todo está bien. Soy feliz en la lucha libre, pero en lo personal llego a la casa y todo cambia”, mencionó.
Orgulloso representante de la comunidad LGBT en México, asegura que su personaje les marcó el camino a muchos otros gladiadores quienes decidieron integrarse al bando exótico como se le conoce en pancracio.
“Todos los exóticos ahora quieren ser como yo, le cale a quien le cale. Soy gay. Soy un hombre, no me siento mujer, aunque tengo algo de feminidad por dentro y en mi mentalidad, pero por fuera no dejo de ser un hombre. Por dentro soy una persona que tiene muchos sentimientos, que quiere lo mejor para todos sus compañeros”, subrayó.