El Trofeo Heisman, otorgado desde 1935 al mejor jugador cuyas habilidades, talento y esfuerzo, lo llevaron a destacar durante la temporada del fútbol americano colegial, este año podría ser para un jugador de ascendencia latina.
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Durante la temporada pasada, el galardón fue conquistado por Travis Hunter, esquinero-receptor abierto de la Universidad de Colorado. Sin embargo, ahora dos jugadores de ascendencia latina sobresalen como aspirantes a obtenerlo.
El par de prospectos son quarterbacks: Fernando Mendoza, de la Universidad de Indiana, y Diego Pavia, de la Universidad de Vanderbilt.
Con respecto a Mendoza, aunque nació en Florida, tiene ascendencia cubana y como mariscal de campo disputó 13 partidos en la temporada con los Hoosiers de Indiana.
De esa manera, acumuló 2,980 yardas por pase y 33 touchdowns. Además, sabe proteger bien el ovoide y solo fue interceptado en ocho ocasiones.
Con su talento, Indiana derrotó a Ohio en el campeonato del Big 10 y completó una campaña con marca de 13-0.
En el lado opuesto, se coloca Pavia, mariscal de campo nacido en Nuevo México y quien sobresalió con la Universidad de Vanderbilt.
Guiando a los Commodores, este joven de ascendencia mexicana cerró la temporada completando 3,192 yardas y 27 touchdowns.
Por si esto fuera poco, completó 826 yardas por tierra y también fue interceptado en ocho ocasiones.
Sus actuaciones le permitieron cerrar la temporada con 10 victorias y dos derrotas.
Who will win this year’s Heisman Trophy? 🏆 pic.twitter.com/QMgVLkjR16
— FOX College Football (@CFBONFOX) December 9, 2025
Los logros de ambos jugadores de ascendencia latina compiten contra el nivel competitivo de otros dos talentosos prospectos para llegar a la NFL: Jeremiyah Love, running back de la Universidad de Notre Dame; y Julian Sayin, quarterback de Ohio State Buckeyes.
Love terminó como el cuarto jugador con más yardas terrestres acumuladas al sumar 1,372; en la quinta posición en promedio de yardas por juego, con 114.33; y en el tercer puesto en cuanto a touchdowns terrestres conseguidos al sumar 18.
Por su parte, Sayin lanzó pases completos que le significaron 3,323 yardas y 31 touchdowns con los Buckeyes; en tanto que únicamente permitió que en seis lo interceptaran.
El ganador del Trofeo Heisman se conocerá el sábado con el antecedente de que el primer jugador de ascendencia latina en conquistarlo fue Jim Plunkett, en 1970. Los padres de este exquarterback eran mexico-estadounidenses.
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