Angela Park es una exgolfista muy peculiar; brasileña por nacimiento y de padres sur coreanos. Estados Unidos la adoptó como una ciudadana más luego de vivir en la tierra donde todos los sueños se cumplen desde que ella tenía ocho años.
Tras una interesante carrera en la etapa amateur en la Asociación Americana Junior de Golf (AJGA por sus siglas en ingles), donde ganó cinco torneos y durante cuatro temporadas se mantuvo en 24 de los 29 torneos que participó dentro de las mejores diez jugadoras.
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Sus cualidades le permitieron a la golfista brasileña dar el salto al entramado profesional a los 17 años, en abril de 2006. El ascenso de Park era evidente para finales de 2007, año en que logró colocarse en el peldaño ocho de las golfistas profesionales que más dinero ganaron con la módica cifra de 938,922 dólares tras participar en 29 torneos.
El éxito para la mujer de tres nacionalidades fue efímero; en octubre de 2010 y con 22 años se retiró de los campos tras mencionar estar física y mentalmente agotada, además de haber perdido la pasión por el deporte.
Considerada como la mejor exponente del golf en la historia de Brasil, habiendo alcanzado la posición 14 del ranking mundial, Angela intentó volver en 2012 pero los intentos por retomar el profesionalismo no fueron los mejores.
Angela Park pasó de ser una promesa en el golf a retirarse y trabajar como recepcionista de hotel en “aras de la simplicidad, tenía curiosidad sobre el mundo fuera del golf”, como declaró en 2013 para Folha de Sao Paulo. Park es la muestra de que los deportistas son más de lo que vemos en pantallas o diarios y por ello forma parte del Mes de la Herencia Asiática.