Este fin de semana en gran parte del mundo se celebra a la figura paterna como uno de los pilares de la familia y muchas veces ejemplo a seguir en los hijos, quienes impulsados por alcanzar los logros de sus progenitores se lanzan a la conquista del mundo que les toca vivir.
En ocasiones, la figura paterna sirve para impulsar a sus vástagos e incluso hay quienes terminan por superarlos. Sin embargo, cuando la fama y éxito de los padres es demasiado grande se da un efecto contraproducente en su descendencia y aquello que debiera ser un trampolín se convierte en una pesada losa capaz de aplastar a los descendientes de las más célebres figuras.
En el fútbol profesional —al igual que en otros deportes — han surgido varias historias donde la fama de los cracks puso fin a la carrera de sus hijos y a continuación damos cuenta de algunas.
Los dos ‘Diegos’ Mardona
El 29 de junio de 1986, Diego Armando Maradona se consagró como futbolista al convertirse en campeón del mundo como seleccionado argentino. Casi tres meses después, en Italia nació Diego Armando Maradona Sinagra, un chico que durante años no fue reconocido por su padre y quien conforme fue creciendo tuvo soportar la presión de las comparaciones en el fútbol, donde por cierto a sus 33 años nunca logró consolidarse y hasta hace poco militaba como delantero de un equipo de la sexta división del balompié italiano.
Johan y Jordi Cruyff
La depurada técnica del neerlandés Johan Cruyff le permitió ser catalogado como uno de los mejores futbolistas europeos de todos los tiempos que marcó una época con el Ajax, el Barcelona e incluso con el Feyenoord, algo muy complicado de emular por su hijo Jordi, quien ocupado una posición similar a la de su padre nunca pudo brillar en su paso por el Barcelona, Manchester United, Celta de Vigo, Deportivo Alavés, Espanyol de Barcelona, Metalurg Donetsk de Ucrania y Valletta FC de Malta.
Pelé, Edinho y Joshua
Edson Arantes do Nascimento es considerado el mejor futbolista en toda la historia del balompié brasileño al marcar 1,087 goles con el Santos y 77 con la selección “Verde amarella”, donde además conquistó tres Copas del Mundo (1958, 1962 y 1970), un impresionante palmarés imposible de emular para su primogénito Edinho y para Joshua, el menor de la dinastía do Nascimento.
Edson Cholbi Nascimento, mejor conocido como Edinho, es el hijo mayor de Pelé, producto de su relación con Rosemeri Cholbi Nascimento. Durante la década de los 90s, optó por jugar como portero, una compleja posición en el fútbol donde nunca brilló en sus nueve años de trayectoria profesional en los equipos brasileños Santos, Portugesa santista, Sao Caetano y Ponte Preta.
Quizá esto terminó por frustrarlo al grado de buscar hacerse de recursos a través de la delincuencia organizada, situación que lo llevó a ser condenado a 12 años de prisión por delitos relacionados al lavado de dinero procedente del tráfico de drogas.
En el caso de Joshua Seixas Arantes do Nascimento, es el menor de los hijos de Pelé y a sus 23 años de edad juega como delantero y está tratando de ganarse un lugar en el Santos, sólo que a su edad su padre ya era un ídolo en la nación sudamericana.
Hugo solo hay uno
Hugo Sánchez Márquez es considerado el mejor futbolista mexicano de todos los tiempos y su paso en el fútbol de España le significó conquistar cuatro trofeos Pichichi consecutivos como mejor goleador entre 1984 y 1988. Además, colectivamente contribuyó a que el Real Madrid arrasará con todos títulos locales que se le pusieron enfrente durante su estadía con los “Merengues”.
Con semejantes cartas credencial lucía muy complicado que su hijo Hugo Sánchez Portugal pudiera seguir sus pasos, así que optó por jugar en la defensa de los Pumas de la UNAM, equipo donde sólo jugó cinco partidos en la Primera División para luego fichar con el Atlante, institución que luego de un semestre terminó por darlo de baja.
Así que se retiró del fútbol y lamentablemente falleció en un accidente doméstico a causa de una intoxicación por monóxido de carbono.