Gritos homofóbicos y objetos lanzados al terreno de juego del Empower Field en Mile High empañaron la Final de la Concacaf Nations League donde Estados Unidos derrotó 3-2 a México.
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Un amplio sector de los cerca de 34 mil aficionados que se congregaron para apoyar en su mayoría al representativo azteca no aceptó que el conjunto de “Las Barras y las Estrellas” resultó un rival más astuto y preciso para adjudicarse el triunfo en Denver, Colorado.
El tan cuestionado “Ehh put#&*” al unísono y varios objetos lanzados desde la tribuna con dirección a la humanidad de los integrantes de la selección estadounidense dan cuenta de la incapacidad de los seguidores del Tri para asimilar una dolorosa derrota para el conjunto dirigido por el argentino Gerardo “Tata” Martino que, dicho sea de paso, en sus más recientes actuaciones comienza a generar dudas sobre su accionar.
Con relación a la mala conducta de los fans del Tri, Gregg Berhalter, seleccionador estadounidense, mostró su repudio en declaraciones posteriores al duelo.
“Fue una falta de respeto, pero pudo haber sido peor. Este juego está en sintonía con la herencia de la rivalidad entre México y Estados Unidos. Estos equipos y los que nos precedieron eran rivales, se ha convertido en un clásico. Esto forma parte del fútbol”, señaló.
Asimismo, el estratega elogió el esfuerzo de sus jugadores de quienes resaltó su juventud y temperamento al medirse frente al rival más complicado de la Concacaf.
“Los jóvenes deben aprender a vencer. Este juego fue muy difícil, fue una cuestión de planificar, ejecutar el plan, pero también de lucha. Para los jóvenes fue muy importante ganar este partido, se deben de acostumbrar a estos resultados. Los chicos tienen todo el crédito por lo que lograron”, enfatizó.
