La Selección Mexicana de Fútbol atraviesa, una vez más, un momento de profunda inestabilidad que va más allá de un par de derrotas. El problema es estructural y se resume en una palabra: incongruencia. Mientras los resultados son decepcionantes, el cuerpo técnico insiste en la convocatoria por inercia o por “amiguismo”, ignorando a una prometedora generación de talentos que exige una oportunidad real.
- LEER MÁS SOBRE: Jorge Ramos y Banda: Hay examen, México bajo la lupa ante Ecuador
- LEER MÁS SOBRE: Mundial 2026: ¿Qué selecciones ya están clasificadas?
El bajo rendimiento y el autoengaño
El gran dilema del Tri no es solo que hay jugadores malos, sino que hay jugadores de nivel aceptable en Liga MX que simplemente no rinden con la camiseta nacional. El caso de Alexis Vega es el epítome de esta paradoja: lo vemos ser el jugador desequilibrante, productivo y de gran nivel que es en Toluca, solo para verlo con la Selección mostrando una versión descafeinada, inoperante y con poco compromiso. La Selección parece ser una carga en lugar de una plataforma de inspiración para estos jugadores.
Peor aún, algunos futbolistas clave parecen vivir en un estado de autoengaño. Un claro ejemplo es Jorge Sánchez. Pese a sus errores constantes en salida, sus fallos defensivos graves y su falta de solidez en el lateral, sigue dando la impresión de que cree estar jugando bien. Esta falta de autocrítica en jugadores inamovibles es un veneno para la dinámica del conjunto azteca. Si los seleccionados no reconocen el bajo nivel que muestran, es imposible que mejoren.
El arco: Un reflejo de la desesperación
A este panorama se suma la inestabilidad en la portería. Históricamente, el arco era una zona de garantía, pero hoy se ha convertido en un foco de errores constantes. La alternancia entre los dos principales arqueros es un reflejo de la falta de convicción.
La realidad es que, en el panorama actual, los porteros que realmente están en buen nivel y que representan el futuro de México (desgraciadamente) son Luis Malagón (América) y Raúl Rangel (Chivas). Es verdaderamente triste que, la actualidad es tan triste que se tenga en cuenta la idea de un regreso de Guillermo Ochoa.
Ochoa es un portero con poca actividad reciente, que ha cometido aún más errores de bulto en los últimos años y cuyo desempeño en el extranjero no ha sido precisamente estelar. Sin embargo, la directiva y parte del cuerpo técnico se aferran a la idea de que su sola “jerarquía” ayudará a enderezar el barco. Esta creencia es un error fatal: la jerarquía sin rendimiento es solo una excusa para la mediocridad. Lo que el Tri necesita es seguridad y un proyecto a futuro, no parches nostálgicos. Es urgente encontrar una solución que brinde seguridad, y eso pasa por exigir un nivel que, hoy por hoy, ninguno de los habituales está manteniendo.
En contraste con la desesperación por la “jerarquía” del pasado, el Tri debería buscar la mentalidad de resiliencia y superación en sus filas. Porteros como Carlos Acevedo (Santos) son un claro ejemplo de esto. Tras enfrentar malos momentos y críticas en años recientes, ha demostrado ser capaz de recuperar su nivel a base de esfuerzo y disciplina. Esa clase de carácter, de saber salir adelante a pesar de la adversidad y la presión, es exactamente el tipo de mentalidad que le urge inyectar a una Selección Mexicana que, hoy por hoy, carece de ese liderazgo deportivo genuino y se conforma con el bajo perfil.
El talento olvidado que pide cancha
Mientras se carga con l peso de jugadores de bajo rendimiento y poca autocrítica (como Jesús Gallardo), hay una brillante generación de jóvenes que está siendo marginada, condenada al banquillo o a la Sub-23.
El cuerpo técnico está obligado a dejar el miedo y la nostalgia atrás y voltear a ver a talentos listos para el gran escenario, como:
- Bryan González (Extremo)
- Diego Campillo (Defensa)
- Elías Montiel (Mediocampista)
- Obed Vargas (Mediocampista)
- Gil Mora (Extremo/Delantero)
La afición no pide una varita mágica, sino un gesto de justicia deportiva: que la camiseta se gane por rendimiento y no por el número de convocatorias anteriores o por el simple “amiguismo”. Si el rumbo no cambia, el fracaso no será solo deportivo, sino generacional. Es momento de que la Selección entienda que la lealtad ciega no gana partidos.
Mantente al día con nuestras publicaciones en las redes sociales. Síguenos en Facebook, X, Instagram y suscríbete a nuestro canal de YouTube.
UNANIMO Deportes es un medio multiplataforma donde el deporte y la cultura Latina dando cobertura a lo que ocurre dentro y fuera del campo deportivo. UNANIMO Deportes Audio es tu casa en español para tus deportes favoritos en todo el país las 24 horas al día, 7 días a la semana. Está disponible por TuneIn Radio, Audacy.com, iHeart Radio y estaciones afiliadas en distintas ciudades de Estados Unidos.