El fútbol para muchos de nosotros tiene como gran realidad a los jugadores. Son los que saltan al campo los grandes exponentes del deporte más popular del mundo. Los grandes equipos los hacen los grandes jugadores.
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Todo esto para recordar que soy de los que le da un 30% de responsabilidad al técnico en cualquier equipo. Eso si, ese porcentaje es más que importante y en el fútbol de hoy sobre todo para manejar súper equipos como el Barcelona es fundamental tener una cantidad de cualidades no fáciles de conseguir.
En equipos como el Barcelona, ademas del conocimiento táctico y estratégico que cualquier técnico debe tener, el ser gestor de vestuario y saber manejar esos egos gigantescos para que pongan el equipo por encima de sus logros individuales partido a partido es fundamental e imperativo.
Es por eso que grandes gestores de vestuario como Zinedine Zidane han sabido mover sus fichas en equipos como el Real Madrid, ayudado por el hecho de ser una leyenda de la institución que puede y sabe cuando pegarle fuerte a la mesa.
Esa pieza del rompecabezas queda más que claro que no la tiene el Barcelona en Ernesto Valverde. Esto lo venimos viendo hace tiempo en un equipo que pese a estar vivo en las dos principales competiciones, no termina de mostrar el colectivo que se espera con semejantes jugadores.
La llegada de Griezmann hacía soñar con un tridente inolvidable con Suárez y Messi, pero la realidad en la cancha nos muestra un equipo que no solamente no termina de hacer que estos tres se junten sino que parece depender aún más de que Messi prenda el bombillo y resuelva, lo cual cada vez va a ser menos factible ya que su edad le da para empezar a dosificar.
Carente de ideas y variantes, con jugadores que pese a ser sensacionales empiezan a decaer, dependiendo de un gran arquero y de una que otra individualidad hacen que esté Barcelona se caiga a pedazos y que nos demos cuenta que el problema es de técnico y también lo fue la temporada anterior pese al título de liga.
Valverde no da más, le falta técnico al Barça mientras su archirival ve como Zidane se vuelve a afianzar y despeja dudas a la vera del camino.
El cambio tiene que llegar y más temprano que tarde. Se viene lo más importante de la temporada y aunque ganar la Liga siempre viene bien, el objetivo primordial es la Champions y para ello el Barça lejos de estar maduro, está muy VALVERDE.