La aventura de Gabriel Heinze al frente del Atlanta United duró tan solo 13 partidos en los que únicamente ganó dos encuentros y ligó hasta ocho sin conocer la victoria. Sin embargo, la baja productividad del técnico argentino en la Major League Soccer no fue la razón que le costó ser despedido, pues el verdadero motivo fue la excesiva disciplina que intentó imponerle a los jugadores.
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De acuerdo con información divulgada por el Atlanta Journal Constitution, un numeroso grupo de futbolistas del Atlanta United presentó una denuncia ante la MLS Players Association sobre la manera en cómo “El Gringo” Heinze violentó sus derechos laborales orillándolos incluso a poner en riesgo su salud al negarles una adecuada hidratación durante las sesiones de entrenamiento.
A través de la publicación de una nota periodística salió a la luz que a los futbolistas se les había negado sus días de descanso y además como obligación debían tener sus teléfonos móviles encendidos en todo momento para estar a disposición de ser llamados a entrenar en el momento en que el estratega lo considerara adecuado, ya sea por la mañana, tarde o noche.
Se menciona que la limitación de líquidos en los jugadores durante las rutinas de acondicionamiento físico obligó al cuerpo médico del club a intervenir para evitar posibles deshidrataciones e incluso hasta golpes de calor.
Una vez que esto se hizo público, la directiva del Atlanta United tomó cartas en el asunto y al amparo de la baja productividad de Heinze decidió removerlo de su cargo como entrenador argumentando su falta de liderazgo, pero en ningún momento mencionó alguna queja de los futbolistas.