Por Luis F. Sánchez
Una noche de total locura y emociones. Un hincha con la camiseta rosanegra número 10 resumía el acontecimiento con palabras simples: “Es el más grande jugador de todos los tiempos”. La presentación de Lionel Messi por su nuevo club, Inter Miami, la noche del domingo en el DRV PNK Stadium en Fort Lauderdale, fue un acto especial. O mejor dicho de magia.
Pese a los rayos, truenos y la lluvia que empapó a todos, el espectáculo empezó a las 8:30 en punto, tal como se había programado. El evento fue transmitido a todo el mundo y no se puede fallar en los horarios. El estadio estaba lleno, las luces apagadas y el brillo de linterna de los celulares y los fuegos artificiales hicieron que todo fuera luz.
“Estoy muy ilusionado y feliz de estar acá, nos han hecho todo fácil”, exclamó el crack ante más de 22,000 fanáticos. “Tengo muchas ganas de empezar a entrenar, a competir, de querer ganar y ayudar al club a que siga creciendo. Me siento feliz por haber elegido venir aquí [a Miami], haber elegido este proyecto. No tengo duda que vamos a disfrutar mucho, lo vamos a pasar bien y habrán cosas lindas”.
Solo Messi es capaz de crear magia sin jugar. No hubo partido, pero igual la gente no quiso perderse la presentación del futbolista que dejó de lado los millones que le ofrecía Arabia Saudí para jugar en la MLS y darle a la Liga Estadounidense un vuelo como jamás ha tenido.
“Solo Pelé puede ser comparado con la llegada de Messi”, dijo Tom Mulroy quien enfrentó al Rey del fútbol en la desaparecida NASL y ahora tiene la oportunidad de ver a Messi. “Pelé hizo que el fútbol se conociera en Estados Unidos, Messi cierra el círculo y permite que a partir de ahora la MLS sea una liga global”.
Más de 150 periodistas solicitaron credenciales para estar presentes en este acontecimiento. Los pesos pesados del perodismo mundial estaban en el palco de prensa: The New York Times, la BBC de Londres, El País, La Vanguardia, Clarín, The Sun, CBS, The Athletic, L’Equipe, Bloomber News, Bein Sports, Diario Sport y Mundo Deportivo, entre otros, y todas las agencias de noticias internacionales.
Ninguno de los cuales ha estado presente en los partidos del equipo de David Beckham y los hermanos Jorge y José Mas en sus cuatro campañas en la MLS. Pero la noche del domingo era diferente. Estaba Messi. Todo el estadio coreaba el nombre del argentino.
Desde que Messi anunció el 7 de junio pasado a los enviados especiales a París de los diarios de Barcelona, Sport y Mundo Deportivo, que había elegido al Inter Miami como su destino, todo cambió.
El martes último, Messi , su esposa y sus tres hijos aterrizaron en el aereopuerto de Fort Lauderdale, a pocos metros del estadio donde juega su nuevo club. Al día siguiente, la cadena Hard Rock Internacional –de la cual Messi es su embajador- lanzaba un sándwich con el gusto del ídolo.
El jueves, el semidiós del fútbol mostró que tiene los pies bien puestos sobre la tierra y se fue de compras a un supermercado con su esposa Antonela y sus hijos Thiago, Mateo y Ciro. El sábado firmaba un contrato descomunal que se calcula en 54 millones de dólares anuales hasta diciembre del 2025. Y el domingo fue la gran fiesta.
Subieron al escenario los gestores de este terremoto: David Beckham y Jorge Mas, los dueños del club.
“Gracias a todos por estar en esta noche tan especial”, arrancó Beckham en español y luego siguió en inglés. “Hace diez años empecé con este sueño y con la promesa de traer a los mejores jugadores del mundo, que dejaran un legado a los jóvenes. Hoy estoy feliz que los hinchas estén aquí para celebrar este momento en que el mejor del mundo se une a nuestra familia. Bienvenido Lio Messi al Inter Miami. Estamos orgullos que nos hayas escogido. Antonela, Thiago, Mateo y Ciro, bienvenidos a la familia. Y también a Sergio Busquets, uno de los jugadores más completos de su generación, que se reunirá con Lio. Juntos crearemos inolvidables memorias”.
Luego fue presentado Busquets: “Feliz de estar con ustedes y ansioso por empezar a entrenar”, dijo en inglés.
Jorge Mas dijo que esta es una noche de regalo y celebración para la ciudad que lo vio nacer y que le abrió las puertas a una familia que quería vivir en libertad.
“La lluvia que cae es agua bendita”, exclamó Mas. “Esta es nuetra oportunidad para cambiar el fútbol en Estados Unidos”.
Ahora viene la parte más dura y lograr que el Inter Miami gane partidos. Hace 11 jornadas en la MLS que no conoce la victoria. Se encuentra último con 18 puntos entre 29 equipos en 22 partidos y hay que rezar y confiar en la nueva era de los rosanegros.
Y para alegrar a la gente cantaron Camilo, con un tema dedicado a Messi.