Moscú, 20 oct (EFE).- El Brujas logró este martes una heróica victoria ante el Zenit (1-2) pese a llegar al partido diezmado por la covid-19 y las lesiones, que le dejaron sin varios de sus titulares.
Un milagroso gol en el descuento del joven De Ketelaere permitió a los belgas llevarse los tres puntos, aunque los rusos habían dispuesto de suficientes ocasiones de gol en el segundo tiempo para ganar el partido.
Los locales echaron mucho de menos a su mejor jugador, el exbarcelonista Malcom, que no pudo saltar al campo por lesión.
El partido estuvo marcado por las ausencias, especialmente en el Brujas. La pandemia dejó fuera del partido al portero Mignolet, al defensa marfileño Kossounou y al delantero checo Krmencik.
Por parte del equipo patrocinado por Gazprom, las bajas también eran sensibles. Faltó Malcom y su compatriota Douglas Santos por sanción.
La primera media hora fue para olvidar. Mucho contacto y ni una sola de ocasión de gol.
Mientras los belgas se encerraban en su campo, los rusos apenas pudieron entrar por las bandas y toda la creatividad ofensiva local se limitaba a los balones largos de Rakitskiy.
La primera ocasión propiamente dicha no llegó hasta el minuto 39. Vanaken remató de cabeza un magnífico centro desde la derecha, pero su remate fue despejado magníficamente por Kerzhakov.
Azmoun lo intentaba una y otra vez, pero sin acierto. Dzyuba, controlado de cerca por el central uruguayo Federico Ricca, apenas participó en el juego.
Tras el descanso el Zenit salió mucho más metido en el partido. Así, el argentino Driussi recibió el balón al borde del área y su disparo salió rozando el poste izquierdo defendido por el estadounidense Horvath.
Los rusos adelantaron líneas y Azmoun estuvo a punto de marcar en dos ocasiones. En una se adelantó un defensa antes de que pudiera fusilar al portero rival y en otra remató desviado de cabeza a la salida de un córner.
Justo cuando los rusos estaban arrinconando a los belgas, estos reaccionaron marcando el primer gol del partido.
Fue un fallo impropio de Wilmar Barrios. El colombiano intentó impedir el avance rival dejando salir el balón por la línea de fondo con tan mala suerte que el esférico acabó en la bota de un rival. Después de que Rakitskiy salvara a su equipo en la línea de gol en dos ocasiones, Dennis batió a Kerzhakov. (min.63)
El resto del partido fue un asedio en el que los rusos desaprovecharon numerosas ocasiones de gol. La mejor de todas la tuvo en sus botas Driussi, quien disparó alto después de un pase que le dejó totalmente solo ante el portero.
Desesperado, el técnico local introdujo al nuevo fichaje del equipo de la antigua capital zarista, el brasileño Wendel, procedente del Sporting Lisboa.
Lovren, que se había mostrado muy activo en el segundo tiempo, demostró el carácter forjado en el Liverpool para marcar el empate con un obús desde más de 30 metros, que fue escupido por el poste, pero para fortuna local rebotó en la espalda del guardameta y cruzó la línea de gol. (min.74)
Dzyuba pudo marcar el segundo poco después, pero su remate tras un magnífico pase de Wendel fue despejado milagrosamente por Horwath.
El mejor jugador del partido, Horwath, volvió a salvar a su equipo con una magnífica reacción después de el disparo desde fuera del área de Wendel rebotara en un compañero.
Cuando todo parecía dictado para sentencia, una extraordinaria combinación de la delantera belga acabó con un pase de la muerte de Vormer, el alma de los visitantes, que no desaprovechó De Ketelaere a puerta vacía. (min.93)
Ficha técnica:
1 – Zenit: Kerzhakov; Karaváev, Lovren, Rakitskiy, Krugovói; Barrios, Ozdóev (Yerokhin, min.88), Kuziáev (Wendel, min.72), Driussi (Mostovói, min.72); Azmoun y Dzyuba.
2 – Brujas: Horvath; Clinton, Mechele, Ricc, Sobol; Vanaken, Rits, Vormer; De Ketelaere, Diatta (Lang, min.77) y Dennis (Badji, min.81).
Goles: 0-1, min. 63: Dennis. 1-1, min.74: Lovren. 1-2, min. 93: De Ketelaere.
Árbitro: Benoit Bastien (FRA). Amonestó a Mata, Rits, Vanake, Dennis y Lovren.
Incidencias: partido correspondiente a la primera jornada de la Liga de Campeones disputado en el San Petersburgo Arena.
Ignacio Ortega
(c) Agencia EFE