El partido disputado el 17 noviembre del año pasado entre el Terville y Soetrich, clubes de la segunda división regional del fútbol francés, trascendió por encima del empate que se registró en el marcador, y es que luego de los 90 minutos del tiempo regular, algunos jugadores decidieron llevar su enfrentamiento a la zona del estacionamiento, donde se lidiaron a golpes.
De acuerdo a un reporte del “Daily Mail”, en medio de la gresca un jugador del Terville trató de separar a un rival que le estaba pegando a uno de sus compañeros, pero de manera inesperada el integrante del Soetrich optó por morderle el pene, acción que al “pacificador” le significó 10 puntos de sutura y estar ausente cuatro días en su trabajo.
Luego de denunciar los hechos en la liga del fútbol galo se determinó sancionar al futbolista “mordelón” con cinco años de suspensión y -por extraño que parezca- con seis meses al que terminó lesionado del miembro. En ambos casos se optó por no dar a conocer los nombres de los futbolistas implicados.