En los últimos años, el fútbol femenino ha experimentado un auge sin precedentes, transformándose en una fuerza global que atrae millones de aficionados, genera ingresos récord y establece nuevos hitos deportivos. Este crecimiento se observa en múltiples dimensiones: económica, de audiencia, competitiva y cultural.
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Rompiendo Récords en Estadios y Pantallas
El fútbol femenino ha capturado la atención de millones de personas en todo el mundo, tanto en estadios como en transmisiones televisivas y plataformas digitales. Según Statista, la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023 fue vista por más de 2 mil millones de personas a nivel global. Este número marca un aumento del 79% en comparación con la audiencia de la edición de 2019, consolidando al torneo como uno de los eventos deportivos más vistos del planeta.
En términos de asistencia a estadios, se han roto barreras históricas. En 2022, un partido de cuartos de final de la UEFA Women’s Champions League entre el FC Barcelona y el Real Madrid atrajo a 91,553 espectadores en el Camp Nou, estableciendo un nuevo récord mundial de asistencia a un partido de fútbol femenino. Este hito superó la marca anterior de 90,185 espectadores, establecida en la final de la Copa Mundial Femenina de 1999 entre Estados Unidos y China. Asimismo, la final de la Women’s Champions League de 2023, disputada entre Barcelona y Wolfsburgo, reunió a 76,000 fanáticos en el Estadio de Wembley, demostrando un interés masivo en Europa.
En Estados Unidos, la National Women’s Soccer League (NWSL) ha visto un aumento constante en la asistencia. En la temporada 2024, la NWSL reportó un promedio de 11,000 espectadores por partido, un incremento del 30% respecto a 2023, según datos de la liga. Este crecimiento se ve impulsado por la popularidad de equipos como el Seattle Reign y el Portland Thorns, que han llenado estadios con más de 20,000 aficionados en partidos clave.
Impacto Económico: Ingresos en Ascenso
El fútbol femenino está dejando de ser una inversión marginal para convertirse en un motor económico. Según un informe de Deloitte Insights publicado en noviembre de 2024, los ingresos globales del fútbol femenino elite superaron los 1,000 millones de dólares en 2023, y se proyecta que alcancen los 1,500 millones para 2025. Este crecimiento se debe principalmente a tres fuentes: derechos de transmisión, patrocinios y asistencia a partidos.
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Derechos de transmisión: Los derechos de medios para eventos femeninos han experimentado un auge. Por ejemplo, la FIFA Women’s World Cup 2023 generó un valor estimado de 131 millones de dólares en derechos de transmisión, un aumento del 50% respecto a 2019. En Europa, la renovación del contrato de Barclays con la Women’s Super League (WSL) inglesa por 30 millones de libras (aproximadamente 37 millones de dólares) para el período 2022-2025 marcó un doble de su valor anterior, incluyendo también la Women’s Championship y programas de desarrollo juvenil.
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Patrocinios y asociaciones comerciales: Las empresas están invirtiendo cada vez más en el fútbol femenino. Marcas como Nike, Adidas y Visa han firmado contratos multimillonarios con federaciones y clubes femeninos. En 2024, Alex Morgan, estrella de la USWNT y la NWSL, generó 6.3 millones de dólares en ingresos fuera del campo (patrocinios y acuerdos comerciales), mientras que su salario como jugadora fue de 800,000 dólares, según Deloitte. Este contraste refleja cómo las atletas femeninas están monetizando su popularidad fuera de los terrenos de juego.
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Ingresos por taquilla y merchandising: Los clubes femeninos están viendo un aumento en las ventas de entradas y productos oficiales. El FC Barcelona, por ejemplo, reportó ingresos por 50 millones de euros de su equipo femenino en 2023, un 40% más que en 2022, gracias a la combinación de taquilla, merchandising y patrocinios.
Sin embargo, persisten desafíos. Según Economics Observatory, el fútbol femenino aún enfrenta una brecha de financiación significativa en comparación con el masculino. Por ejemplo, en 2019, Olympique Lyonnais adquirió una participación mayoritaria en el Seattle Reign de la NWSL por solo 3.51 millones de dólares, una fracción del valor de los equipos masculinos de élite, como el Manchester City, valorado en miles de millones.
Dominio y Competitividad en Auge
En el terreno de juego, el fútbol femenino ha alcanzado un nivel de competencia nunca antes visto. La selección de Estados Unidos Women’s National Team (USWNT) sigue siendo un referente global, con cuatro títulos mundiales (1991, 1999, 2015, 2019) y un dominio en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, nuevas potencias han emergido, como España, que conquistó su primer título mundial en 2023 con un fútbol técnico y ofensivo liderado por jugadoras como Aitana Bonmatí y Alexia Putellas, ambas ganadoras del Balón de Oro Femenino.
En el ámbito de clubes, el FC Barcelona femenino se ha convertido en el equipo dominante en Europa, ganando la UEFA Women’s Champions League en 2023 y 2024, además de dominar la Liga F española. Este éxito se debe a una inversión estratégica en talento joven y un enfoque en el desarrollo de jugadoras desde las categorías base.
La NWSL en Estados Unidos también ha visto un aumento en la calidad del juego, con equipos como el Portland Thorns y el NJ/NY Gotham FC compitiendo a nivel internacional. En 2024, la NWSL introdujo un nuevo acuerdo de derechos de transmisión por 240 millones de dólares en un período de cuatro años, lo que permitirá mayores inversiones en jugadoras y competiciones.
Desafíos y Brechas Persistentes
A pesar de los avances, el fútbol femenino enfrenta obstáculos estructurales. La brecha salarial sigue siendo significativa: mientras que las jugadoras de la USWNT lograron la paridad salarial con el equipo masculino en 2022, muchas ligas y jugadoras en otros países aún ganan salarios mínimos en comparación con sus contrapartes masculinas. Por ejemplo, el salario promedio en la WSL inglesa es de alrededor de 30,000 libras al año, mientras que en la Premier League masculina supera las 2 millones de libras anuales por jugador.
Además, las inversiones en infraestructura y desarrollo juvenil para el fútbol femenino aún están rezagadas. Según Frontiers in Sports and Active Living, muchas ligas femeninas luchan por mantener la financiación tras periodos de bajo rendimiento, lo que lleva a regresiones permanentes, un problema menos común en el fútbol masculino.
Impacto Cultural y Social
El crecimiento del fútbol femenino ha trascendido el deporte, inspirando a millones de niñas y mujeres en todo el mundo a practicarlo. En 2024, la FIFA reportó un aumento del 20% en la participación femenina en programas de fútbol base, con más de 30 millones de jugadoras registradas globalmente. Este auge se ve impulsado por campañas de visibilidad, como las de la USWNT, que han abogado por la igualdad de género y han desafiado estereotipos.
En términos de representación, el fútbol femenino ha ganado espacio en los medios. Plataformas como ESPN, BBC y DAZN han ampliado su cobertura.
Un Futuro Prometedor, pero con retos
El fútbol femenino está en su mejor momento, con un crecimiento exponencial en audiencia, ingresos y competitividad. Sin embargo, para seguir creciendo se necesitan mayores inversiones, políticas inclusivas y un cambio cultural que elimine las percepciones de inferioridad. Si las tendencias actuales continúan, el fútbol femenino podría redefinir el panorama del deporte global en la próxima década.
Con datos que proyectan un valor de mercado de 2,000 millones de dólares para 2030, según Deloitte, y una audiencia que sigue creciendo, el fútbol femenino está listo para consolidarse como una fuerza económica y cultural imparable. La pelota sigue rodando, y las mujeres están marcando el camino.