En una experiencia expresiva y terrorífica, el Bayern Múnich sufrió una contundente derrota durante su visita a Frankfurt, siendo goleado 5-1 por un ambicioso Eintracht. El equipo bávaro se vio superado desde el inicio hasta el final, en un desastre que afectó a todo el conjunto, incluido el entrenador Thomas Tuchel.
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Esta inesperada derrota, la primera de la temporada en la Bundesliga para el campeón alemán, fue excepcional tanto por su magnitud como por la calidad del juego exhibido por el Eintracht. A lo largo del encuentro, el Bayern estuvo irreconocible y superado en todos los aspectos del juego, desde la defensa hasta el ataque, y en cada cualidad futbolística. Este revés dejó al Bayern a tres puntos del liderato del Bayer Leverkusen y plantea interrogantes sobre la calidad del equipo.
La contundencia del Eintracht se reflejó en tres goles en poco más de media hora, desmantelando al Bayern y demostrando una superioridad abrumadora. A pesar del gol de Joshua Kimmich con un impresionante disparo desde fuera del área, el Bayern no logró reaccionar. La defensa se mostró vulnerable, y el equipo en general careció de la solidez y el rendimiento esperados.
El Bayern, que no se parecía en nada a su versión habitual, incluso falló en el aspecto ofensivo, con ocasiones perdidas por jugadores destacados como Harry Kane, Leroy Sané y Kingsley Coman. La derrota se tornó aún más impactante con el quinto gol del Eintracht, anotado por Knauff y validado tras la revisión del VAR.
Esta derrota deja al Bayern en una posición vulnerable y plantea interrogantes sobre su rendimiento en competiciones futuras. A pesar de liderar su grupo en la Champions League, la eliminación de la Copa de Alemania y esta derrota en la Bundesliga ponen en tela de juicio la solidez del equipo. Además, la lesión de Serge Gnabry en este encuentro agrega complicaciones a la situación del Bayern Múnich.