El Madrid sigue sin acostumbrarse a jugar sin Cristiano Ronaldo y sus goles son quizá la manera mas explicita de recordarlo. Cristiano ya nos parte del decorado madridista, pero siempre será referencia por su pasado, por sus récords, principalmente por sus goles y su fútbol y hasta por sus excesos narcisistas que dejaron frases celebres en sus declaraciones.
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La verdad es que a la salida de Cristiano y la “desaparicion” casi premeditada de Gareth Bale, el Madrid se quedó solo con la notable reacción protagónica de Benzema a quienes muchos le reprochan carencia de pólvora, pero jamás la podrán reprochar falta de fútbol y menos de ganas. Benzema ha cumplido y su cuota goleadora mejora aunque no alcanza para las cifras de Cristiano.
Lo cierto es que nadie en el Madrid dirigente parece haberse preocupado por la falta de gol del equipo a la salida del astro portugués y hoy Zidane debe remar con lo que hay mientras maduran algunos y envejecen otros.
El último fin de semana fue atípico para un Madrid que alcanzó tres goles en el Coliseo Alfonso Pérez ante un Getafe bronco, pero típico que llevó al Madrid a su territorio futbolístico y quizá por ello no mereció perder tan largo (0-3) cuando en la cancha veíamos otra cosa.
Pero el fútbol es así y no tiene palabra de honor… El Madrid encontró goles y perdió fútbol ante el Getafe, pero no confundirse con el resultado. El primero a los 34 es un autogol del meta Soria generado por un balón detenido a cobro de Kroos y el forzado salto de Varane, el segundo cuando empezaba el segundo tiempo a los 53 es otra vez un balón detenido y otra vez el defensa francés que se levanta y reta la milimetría del VAR para validar su cabezazo… y el tercero es a puerta abierta con el Getafe lanzado en el último minuto (90) y una contra bien manejada por Bale, Valverde y a trompicones Modric anota.
¿Alivio porque se encontró el gol? No lo creo. Fueron goles más circunstanciales que elaborados aunque al final son goles, pero queda la inquietud de sí cuando aparecen los goles desaparece el fútbol.
Quizá la explicación más acertada para esa pregunta es la ausencia desde el comienzo del “Pajarito” Valverde. Se ha acostumbrado este Madrid de Zidane (ahora modelo 2020) a la presencia del Uruguayo en la media cancha.
Quite y desdoble, corte y salida, cambios de ritmo, visión de campo y asistencias limpias. Sin él y con Modric se ganó transporte, pero se perdió ritmo y solo cuando ingresó Valverde (esta vez por Kroos) volvió la dinámica de la mitad.
Isco juega mucho y bien, pero como siempre muy lejos del arco rival, aunque con él en la mitad el dibujo del Madrid se hace un poco más elástico desde lo táctico.
No entendí hasta hoy la salida de Benzema por Jovic. Ahora viendo la convocatoria para la Supercopa lo entiendo y allí en Yeda, Arabia Saudita tendrá una vez más el Madrid el reto de encontrar goles sin Bale y sin Benzema, los dos apeados del viaje por molestias diferentes.
Será el tiempo de Jovic, de Rodrigo, de Vinicius y quizá de James que está listo después de sus lesiones. Reto en donde se consigan goles, pero que no se pierda fútbol.