Considerado como uno de los entrenadores más exitosos de su generación, el experimentado Abel Sánchez sostiene que Saul Canelo Álvarez nunca podrá estar a la altura de Julio César Chávez.
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El exentrenador de boxeadores como Terry Norris, Murat Gassiev y Gennadiy Golovkin, por citar sólo algunos, es claro en sus conceptos al señalar que el “César del Boxeo” es un auténtico ídolo por haberse fajado con los mejores peleadores que había en su tiempo y sin rehuirle a ninguno, situación que le significó ganarse la estimación del público hasta convertirse en ídolo, algo que Saúl Álvarez no ha hecho.
“Canelo nunca va a ser el ídolo que fue Julio César Chávez, pero nos ha dado grandes peleas a los mexicanos y al boxeo. Canelo ha hecho más que la mayoría de los mexicanos, no nada más monetariamente, pero espectáculos que nos ha dado. Nos ganó a nosotros (Golovkin) dos veces y está activo”, comentó el tijuanense durante una entrevista concedida a Fino Boxing.
Avalado por 46 años de forjar peleadores en Estados Unidos, Sánchez considera que el Canelo Álvarez debería olvidarse de volver a enfrentar a Dmitry Bivol, un adversario muy superior a quien no logrará imponerse.
“Dmitry Bivol es un boxeador como fue Gennadiy Golovkin, sólo que 15 libras más pesado; fue campeón mundial de aficionados, no estuvo en las Olimpiadas como Gennadiy, pero como aficionado tiene una carrera muy larga. Pienso que Bivol está muy pesado para el Canelo, es muy grande para él. Los golpes que le meta a Bivol no lo van a lastimar como lastimaban a los pesos más bajos. Si pelea con Bivol, creo que le ganará otra vez; no lo noqueará, pero lo vencerá por decisión. Canelo debe hacer lo que es mejor para él, que no se apure por lo que está diciendo la gente”, expresó.
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Lo cierto es que Saúl Álvarez está empecinado en cerrar una revancha con Bivol y le rehúye a un combate obligatorio para defender el título mundial de las 168 libras frente a David Benavidez, algo que la afición le empieza a recriminar, pues algunos expertos califican al gladiador estadounidense como un adversario capaz de mandar a la lona al boxeador tapatío.