Fuera del cuadrilátero, la exmonarca mundial mexicana Arely Muciño y el excampeón mundial boricua Ángel ‘Tito’ Acosta disfrutan de una estable relación de pareja que desean extender hasta el fin de sus días.
Pero dentro de las cuerdas también comparten una meta bien definida: volver a ser campeones mundiales y hacer historia en el proceso. ¡Y es que nunca ha habido una pareja de esposos como campeones mundiales de boxeo a nivel simultáneo!
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“Lo hemos visualizado. Lo hemos conversado. ¡Imagínte! Sería espectacular”, comentó Muciño, quien junto a su esposo estuvieron activos recientemente en la serie Ring City USA que presentó NBC Sports en Puerto Rico, ambos en combates preparatorios de cara sus respectivas citas mundialistas en verano y otoño de este año.
Acosta (22-2, 21 KO’s) hizo un regreso triunfal al ensogado luego de año y medio de inactividad tras derrotar el pasado 19 de marzo por decisión unánime al azteca Gilberto Mendoza, mientras que una semana después Muciño (29-3-2, 10 KO’s) derrotó por decisión unánime a su compatriota Lucía Hernández.
Se espera ahora que Acosta rete al japonés Junto Nakatani (21-0, 16 KO’s) por el cetro mosca (112 libras) de la Organización Mundial de Boxeo mientras que Muciño (29-3-2, 10 KO’s) tendría su turno ante argentina Anahí López para recuperar la correa femenina de las 112 libras de la OMB que tuvo que ceder luego de sufrir una lesión.
Pero no todo ha sido un cuento de hadas para Muciño y Acosta. Para cuando ambos se comenzaban a conocer, Acosta perdió su cetro mundial de las 108 libras ante el mexicano Elwin Soto y poco después Muciño sufrió un accidente en el que se dislocó un tobillo y tuvo que entregar su correa mundial interina de la OMB.
Luego entonces vino la pandemia del COVID y un prolongado tiempo de inactividad. Pero como dice el refrán: “No hay mal que por bien no venga”.
“Cuando comenzamos juntos tuvimos una mala racha. Tito perdió su título. Luego yo tenía una oportunidad de campeonato en Inglaterra ante Nicole Adams, pero tuve mi accidente y no pude pelear. Luego vino el COVID-19. Fueron tiempos complicados. Pero ahí fue donde Tito me demostró que era el hombre que merecía en mi vida. Siempre estuvo ahí para apoyarme”, sostuvo Muciño.
“De repente, todo se acomodó. Durante ese tiempo inactiva terminé mi contrato con mi promotora anterior. Ahora regreso y se me abrieron la puertas con Cotto Promotions y Golden Boy. Todo se dio en el momento que Dios escogió. Ahora venimos los dos muy preparados, con mucha hambre de reivindicarnos y vamos a hacerlo juntos”, agregó.
De hecho, tanto Muciño como Acosta estuvieron entrenando en México a fines del 2019 bajo la tutela de Juan Muciño, padre de Arely, con miras a sus regresos al ring. Posteriormente, vinieron a Puerto Rico, donde Acosta continuó sus entrenamientos para la tutela de Jim Pagán y José Bonet y Muciño visitó varios gimnasios en la isla para hacer algunos ‘sparrings’.
“Entre lo que estuve trabajando en México y ahora en Puerto Rico llevo cerca de seis meses de preparación para este regreso y para hacer campaña ahora en las 112 libras”, dijo Acosta previo a su reaparición.
La victoria de Acosta ante Mendoza consolidó su clasificación como primer contendiente al cetro mundial mosca que posee Nakatani.
“Sin duda sirvió de buena preparación pero Nakatani es un poco más alto que Mendoza, es zurdo y también aguanta. Hay que ir bien preparados para él. Necesito afinar algunas cosas en el gimnasio y tener más guanteos con zurdos”, dijo Acosta. “Solo me voy a tomar un par de semanas de descanso y volvemos rápido al gimnasio”.
Mientras tanto, Muciño apunta a recuperar el cetro mundial que tuvo que dejar vacante y así lo dejó saber luego de su victoria ante Hernández. “Esta fue la pelea de preparación. Queremos llegar ahora a lo que queremos, que es el título anhelado. Ahora a trabajar más fuerte y enfocadas en esa meta”, dijo la boxeadora.
La ex campeona mexicana agregó que el escenario ideal sería que su esposa y ella disputen coronas mundiales en una misma cartelera para buscar hacer historia.
“Me imagino a ambos en una misma función. La empresa de ambos es la misma. Se pueden llegar a hacer. Conocen la calidad de cada uno. ¡Podríamos ser campeones la misma noche! La adrenalina, la motivación, tanto uno para otro, sería tremenda. Los dos sabemos el sacrificio, lo que cuesta llegar a ser campeón y cómo lograr ese objetivo. A eso vamos”, añadió Muciño.