Desde muy joven Pete Alonso tenía muy claro que su sueño era alcanzar las Grandes Ligas y prueba de ello es un poster que todavía permanece colgado en la puerta de su cuarto en la casa de sus padres en Tampa, Florida.
El afiche tiene todos los logos de los equipos de las mayores rodeando del logo emblemático de MLB, y un mensaje escrito por Alonso: “This is where I want to be”… Aquí es donde yo quiero estar…
- GALERÍA: Pete Alonso, el fenómeno con sangre española
- OPINIÓN: “Alonso fue increíble durante la sesión”
En el 2019, los sueños de infancia del joven toletero se hicieron realidad, y de paso, su llegada tomó por asalto el béisbol y al condado de Queens luego producir una de las mejores temporadas para un novato en la historia.
El pelotero con sangre española parecía destinado a iniciar la temporada en Triple A para así controlar su tiempo de servicio, pero los New York Mets decidieron incluirlo en el roster para el Día Inaugural luego de una destacada actuación durante los entrenamientos primaverales en que bateó .352 con cuatro jonrones.
Sin embargo, nadie se hubiese imaginado que el joven de 6’3″ y 245 libras, apodado “Polar Bear”, sería tan bueno, tan pronto. Ni siquiera Alonso.
“Cuando finalmente me enteré de que hice el equipo, lloré un poco. Estaba abrumado por la alegría y felicidad porque es la suma de todo el trabajo duro y la dedicación, casi todo lo que he hecho en mi vida, para llegar a ese momento”, recordó Alonso en una entrevista exclusiva con Unanimo Deportes.
“Estaba realmente agradecido con todas las personas que me ayudaron y me sentí muy bendecido en ese momento. A medida que avanzaba la temporada, me sentía continuamente bendecido y extremadamente afortunado. A la misma vez, es como si todo el trabajo duro y la dedicación valió la pena, y quería seguir jugando bien, seguir trabajando y seguir esforzándome por hacer lo mejor posible”.
Alonso llegó a Queens con una reputación de “macetero” luego de encabezar las ligas menores con 36 jonrones y 119 carreras impulsadas en el 2018, y el inicialista no tardó en comenzar a aterrorizar a los lanzadores de las Grandes Ligas. Disparó su primer jonrón en el cuarto juego de la campaña en Miami y desde entonces no miró hacia atrás.
El jugador de los Mets entonces aprovechó las festividades del Juego de Estrellas en Cleveland para montar un espectáculo al ganar el Derby de Jonrones con un nuevo récord de 23 vuelacercas en la ronda final.
Y cuando cayó el telón a la campaña de los Mets, los números del “Oso Polar” fueron impresionantes. Rompió el récord de Aaron Judge de bambinazos para un novato con 53, pegó 30 dobles e impulsó 120 carreras en 161 juegos. Además, estableció marcas de la franquicia en jonrones, bases totales (347) y batazo de extrabasess (85), y tambien para un novato dentro del equipo en remolcadas (120), anotadas (102) e imparables (154).
¿Te sorprendes por todo lo que lograste en tu campaña de novato?
“Sí, un poco. Solo quería venir y jugar lo mejor que pudiera todos los días. No estaba necesariamente enfocado en el futuro o lo que había hecho antes. Solo quería venir a trabajar todos los días, seguir creciendo y mejorar. Quería hacer lo que pudiera para ayudar al equipo a ganar y simplemente me aferré a eso. El trabajo nunca termina hasta que termina la temporada, así que quería ser el mejor jugador posible todos los días y ser lo más consistente posible”.
Y a pesar de todos los momentos inolvidables, Alonso prefirió no escoger uno específico como el más destacado porque la campaña completa fue de ensueño. El bambinazo número 53 fue el puntillazo final.
“Tendría que ser la temporada completa porque han habido muchos momentos especiales que han podido compartir con amigos, familiares y compañeros de equipo. Este año ha sido una fantasía absoluta que se volvió en realidad para mí. Es lo que he estado soñando desde que era un niño pequeño. Es más de lo que me imaginaba y estoy realmente agradecido de que todo lo que sucedió”, sostuvo.
La conexión española
En poco tiempo Alonso se echó en el bolsillo al béisbol y a los seguidores de los Mets con sus kilométricos tablazos y su personalidad jovial. Pero su llegada a Queens también tiene un signficado muy importante para el bateador derecho que fue la segunda selección del equipo en el draft del 2016 luego de una exitosa carrera colegial con los Gators de Universidad de Florida.
El destino volvió a unir a una tercera generación de los Alonso con Queens. Resulta que su fenecido abuelo paterno, Peter Conrad Alonso, huyó desde su tierra natal Barcelona durante la Guerra Civil Española y emigró a esta ciudad donde luego nació su padre, Peter Matthew Alonso, quien vivió allí por un año antes de mudarse a Ohio.
“Siento que la vida ha completado un ciclo. Es realmente extraño porque crecí en Tampa, Florida. Después de que mi abuelo se mudó aquí, luego se mudó a Ohio en busca de mejores oportunidades para su familia y ahora más de 50 años después, regresé aquí un par de generaciones más tarde, de vuelta al mismo lugar donde mi abuelo conoció a mi abuela. Es una locura pensar en eso”, explicó Alonso.
“La historia se repite y todo tiene una forma divertida y nostálgica de resolverse, creo que es realmente increíble. Para mí, estaba destinado que yo estuviera aquí. Desearía que todavía estuviera cerca para ver lo que hice este año, pero sé que está en un mejor lugar, mirando hacia abajo. Espero que esté orgulloso”, agregó. “Es una sensación increíble volver, vivir todo aquí y comenzar mi carrera donde mi abuelo comenzó su nueva vida en los Estados Unidos”.
Y Alonso, quien participó en varias de las promociones de los Mets durante el Mes de la Hispanidad, ya visitó en una ocasión la tierra de sus antepasados, pero desea en un futuro cercano visitar nuevamente porque por sus venas corre sangre española.
“Visité Barcelona cuando joven y conocí a un par de mis primos por primera vez. Fue una gran experiencia conocerlos y visitar la ciudad. Me encantó la ciudad de Barcelona y quiero volver pronto. No sé cuándo será, pero definitivamente quiero volver y visitar. Tengo una gran afinidad por el país de España. Amo la comida y la gente. Me encanta la cultura, así que quiero seguir sumergiéndome lo mejor que pueda porque es parte de mi herencia”, añadió.
Un futuro brillante
No hay dudas que los Mets han encontrado el nuevo rostro de su franquicia con la irrumpción de Alonso que llena el vacío dejado por David Wright, quien se retiró luego de la temporada del 2018.
El “Oso Polar” será el llamado para liderer el equipo en las próximas temporadas en busca de regresar a la postemporada por primera vez desde el 2015, además de obtener el tercer título de Serie Mundial de su historia.
Alonso consideró que los Mets van por buen camino y destacó la mentalidad de “no morir” del equipo cuya campaña se asemejó a una descontrolada montaña rusa tanto dentro como fuera del terreno, aunque apenas quedaron eliminados en la última semana de la temporada y a sólo tres juegos del último wild card en la Liga Nacional, los Milwaukee Brewers.
“Nunca nos rendimos a pesar que las cosas no iban bien. Aún así reaccionamos en la segunda mitad y tuvimos la oportunidad de luchar por un puesto en la postemporada. Eso es increíble”, dijo Alonso. “Fue desafortunado que no llegamos a los playoffs, pero usaremos todo eso como experiencia y mejoraremos para la temporada 2020. Estoy realmente emocionado por el futuro”.
Y Queens también ya que tienen a un “Oso Polar” para abrazar y cifrar sus esperanzas de volver a la cima del béisbol.