David Ortiz fue el único electo al Salón de la Fama del Béisbol, pero la votación también nos dejó otras noticias igual de importantes como el descenso de Omar Vizquel.
Omar Vizquel (Foto EFE)
El Salón de la Fama del Béisbol acogerá a un nuevo inmortal latinoamericano con la elección del dominicano David Ortiz, quien fue el único ex pelotero en lograr el 75% de los votos emitidos por la Baseball Writers Association of America (BBWAA), pero la votación también nos dejó otras noticias igual de importantes.
El torpedero venezolano consiguió 11 Guantes de Oro y se retiró con un porcentaje de fildeo de .985, el mejor en la historia entre los campocortos, y también con la sexta mayor cantidad de hits entre los defensores de su posición con 2,877 hits. Fue uno de los mejores que he visto y llevaba un buen paso con un porcentaje de 52.6% en la votación del 2020.
En medio de acusaciones de violencia doméstica por parte de su ahora ex esposa, el año pasado bajó a 49.1%, y aunque el mes pasado anunció que su proceso de divorcio concluyó y que “las denuncias de violencia doméstica fueron descartadas por la jueza”, todavía queda pendiente una demanda civil por presunto acoso sexual a un ex batboy autista de la filial de los Chicago White Sox, los Birmingham Barons, cuando dirigía a ese equipo.
Para algunos votantes, Vizquel era visto como un candidato en la raya para el Salón de la Fama, pero estas nuevas acusaciones en que se acusa alegadamente de “comportamiento sexual agresivo” en el que “se expuso deliberadamente” e intimidó al batboy, entre otras acusaciones, detuvieron cualquier avance al descender a 23.9%.
Vizquel ha dicho sobre el asunto legal de que “no puedo hacer comentarios porque es una investigación activa, pero tengan la seguridad de que los hechos reflejados no se ajustan a la realidad de lo ocurrido y cuando sea posible también quedará aclarado”.
Cualquier posibilidad de entrar al Salón de la Fama a través de la votación de BBWAA dependerá en gran medida a un desenlace a su favor en la demanda civil, y aún así pienso que no será fácil.
Sin duda alguna Barry Bonds (66%) y Roger Clemens (65.2%) son considerados de los mejores jugadores en la historia de las Grandes Ligas, pero al estar ligados al consumo de sustancias para mejorar el rendimiento se les negó (injustamente) su entrada al Salón de la Fama en su 10mo. y último año de elegibilidad.
No es necesario abundar sobre sus credenciales porque por 10 años se ha hecho, pero es descabellado pensar que quizás el mejor bateador (rey jonronero y siete veces ganador del MVP) y el mejor lanzador (siete Cy Youngs) en la historia no estén en el recinto sagrado en Cooperstown, New York, al igual que el toletero dominicano Sammy Sosa (18.5%).
El mensaje está claro… será muy cuesta arriba para cualquier jugador ligado al uso de esteroides, entiéndase Alex Rodríguez (34.3%) y Manny Ramírez (28.9%), entre otros, a menos que haya un cambio radical en el modo de pensar de los votantes.
No vayamos lejos. David “Big Papi” Ortiz, quien considero era una línea para entrar en su primer año de elegibilidad, lo hizo raspando con 77.9%, con 307 votos de 394 posibles, o sea, entró por 12 votos.
En mi caso, puse una línea a partir de que se estableció un reglamento antidopaje en Major League Baseball, pero no quiere decir que no los considere entre los mejores que han pisado el terreno de juego.
Sin embargo, hay esperanzas para Bonds, Clemens y Sosa, entre otros, cuando en diciembre se reúna el Comité de la Era Moderna para considerar candidatos que no fueron elegidos en la votación del Salón de la Fama.
Hay cuatro ex estrellas que deben sentirse muy bien y esperanzados luego de darse a conocer los resultados de la votación: Scott Rolen (63.2%), Todd Helton (52.0%), Billy Wagner (51.0%) y Andruw Jones (41.1%).
Los cuatro avanzaron en porcentajes y creo que tienen buenas posibilidades de recibir eventualmente el llamado al Salón de la Fama del Béisbol. En el caso de Rolen, es un candidato de fuerza para el 2023.
El año pasado Curt Schilling estuvo a solo 16 votos de entrar con 71.1%. Durante mucho tiempo muchos votantes pasaron por alto sus exabruptos por redes sociales, pero el año pasado pidió ser eliminado de la boleta para el 2022, y aunque no sucedió, en su último año de elegibilidad quedó fuera al descender a 58.6%.
Es el primer candidato al “Hall of Fame” que se autoelimina de la contienda por sus críticas e insultos. Bueno, al menos, tendrá su famosa media ensangrentada con los Boston Red Sox en el Salón de la Fama aunque eventualmente debe ser elegido por uno de los comités especiales.
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