Los Boston Red Sox sólo necesitaron tres poderosos swings el sábado para imponerse por 9-5 a los Houston Astros y nivelar la Serie de Campeonato de la Liga Americana a un triunfo por bando.
En el segundo choque en el Minute Maid Park, los Red Sox madrugaron al pitcheo de los Astros y luego de dos entradas y dos grand slam la suerte prácticamente quedó echada.
En la primera entrada J.D. Martínez disparó un bambinazo con las bases llenas ante el abridor novato venezolano Luis García para irse al frente por 4-0.
EVERYBODY GET UP IT'S TIME TO SLAM NOW! pic.twitter.com/gsgJhge9f8
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Luego en el segundo acto, García otorgó una bases por bolas al primer bateador Kevin Plawecki y salió de juego por lesión siendo reemplazado por Jake Odorizzi, quien se tomó una eternidad para soltar y calentar el brazo.
Cualquier pensaría que los Red Sox decidieron desquitarse debido a la larga espera ya que el puertorriqueño Christian Arroyo pegó sencillo y más tarde su compatriota Enrique “Kike” Hernández lo imitó para llenar nuevamente las almohadillas.
El dominicano Rafael Devers, quien no puede escondar los gestos de dolor cada vez que hace un swing debido a su lastimado antebrazo derecho, esta vez chocó bien la pelota y la depositó por encima de la verja de jardín derecho para otro grand slam y ventaja de 8-0.
Bases juiced, Raffy lets loose! pic.twitter.com/Jk8UTPJFUP
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Fue la primera vez en la historia de postemporada que un equipo dispara dos grand slam en un encuentro.
Y, pues, no podía faltar que Kike Hernández, quien se ha convertido en la bujía de los Red Sox en esta postemporada, se uniera a la fiesta de batazos de largometraje. En la cuarta entrada, el boricua pegó su tercer bambinazo de la esta serie cuando envió un lanzamiento de Odorrozi por todo el jardín izquierdo para ampliar el marcador a 9-0.
It's Kiké's world, we're just living in it ? pic.twitter.com/IQmNwoT7lG
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Tres swings, tres jonrones y nueve carreras producidas. Eso fue lo único que necesitaron los Red Sox para apoyar la labor de Nathan Eovaldi (5.1 entradas, tres carreras) y cuatro relevistas.
Los Astros descontaron tres carreras en la cuarta entrada con doblete productor de Kyle Tucker y sencillo de dos rayas del cubano Yuli Gurriel, quien también la sacó en la novena entrada seguido por otro jonrón por Jason Castro, pero ya era muy tarde.
De este modo, los Red Sox ahora regresarán a casa para tres juegos con la confianza por las nubes y con un Hernández imparable que luce como Barry Bonds en sus mejores tiempos.
El jardinero central ha sido una pesadilla para los lanzadores en esta postemporada. En siete encuentros promedia .500 con 16 incogibles en 32 turnos, y tiene cinco jonrones y nueve carreras impulsadas.