El UFC cierra actividades en su bunker predilecto: el T-Mobile Arena de Las Vegas. Y es que no hay mucho que apuntar para señalar que la pelea principal del UFC 310 es una verdadera caja de sorpresas. El ya consolidado campeón de las 125 libras, el brasileño Alexandre Pantoja (28-5) la da la bienvenida a la sensación japonés, Kai Asakura (21-4), quien llega al UFC luego de demoler rivales en Rizin FF.
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Y es que hay que apuntarlo de esta manera: no cualquiera puede llegar al UFC directamente a una pelea estelar. Y Asakura lo hace con el crédito de ser el mejor 125 libras fuera del UFC.
“Es un tipo impresionante, no podía llegar de otra manera a la empresa”, apuntó Dana White, quien es un recio defensor de las formas y el respeto a los rankings de la empresa.
Pantoja llega a ese combate con una racha de seis victorias y dos defensas de cinturón ante Brandon Royval y Steve Erceg. “Yo soy el campeón y Asakura tendrá que batallar mucho si quiere llevarse el oro de mi casa”, dijo Pantoja, que antes de ser anunciado el combate le había lanzado un guiño al mexicano Brandon Moreno para una cuarta pelea entre ambos.
Sakura, por su parte, muy al estilo de los peleadores asiáticos lució tranquilo, sin muchos sobresaltos y prometió que haría la pelea de su vida para ser el primer peleador que gana un cinturón en su pelea debut en el UFC.
Y si la pelea estelar es un cumulo de emociones, el evento co-estelar no podría quedar muy distante. En ese escenario, en las 170 libras, los invictos Shavkat Rakhmonov (18-0) e Ian Machado Garry ( 15-0) ponen no únicamente su racha en juego sino también viejas rencillas.
El peleador uzbeko alega haber dormido con una sumisión al irlandés, que debió ser auxiliado para despertar. Un hecho que no fue desmentido por Garry, quien le puso más pimienta al encontronazo.
“Si está pensando que sigo siendo el chico del sparring está en un gran problema. Vamos a ver ahora en el octágono si mantiene esa confianza”, sintetizó Machado Garry.
